La práctica de acercar los niños a la naturaleza es una herramienta educativa importantísima de cara al «ahora» y al «mañana». Es bueno para el propio niño/a mantener contacto con entornos naturales y aprender a respetarlos. Actualmente existen educadores, psicólogos y pediatras que ya hablan del síndorme o trastorno por déficit de la naturaleza.
Acercar los niños a la naturaleza: plantar semillas

Es una preciosa actividad de la cuál aprenden los niños y además es estupendo para el planeta. Pueden aprender a plantar un árbol u otras plantas; también podemos enseñarles cómo es un huerto, a trasplantar plantas, cortar esquejes y los cuidados de las flores.
Los árboles, parte importantísima del planeta, producen oxígeno y ayudan a la limpieza de la atmósfera. La naturaleza es un enorme recurso pedagógico, para educar la percepción de los niños y hacer que éstos aprendan a categorizar, ordenar, establecer vínculos y a desarrollar sus habilidades y sentimientos de protección hacia el medio ambiente. De esta manera es una gran idea llevar a nuestros chicos a hacer este tipo de actividades.
¡Echemos un vistazo al las estrellas!

Los días despejados y el verano es un buen momento para que los niños tengan experiencias naturales. Una de ellas es la iniciación a la astronomía infantil. La Luna, las estrellas, los planetas, el Sol y los secretos tan intrincados del Universo, son temas preciosos e interesantes también para los pequeños.
No les prives de las experiencias con animales

Las granja escuela y las actividades con animales de todo tipo, son buenísimas para los niños. La experiencia y las sensaciones son únicas y merecen la pena.
Busca actividades estupendas que tengan como objetivo que los más pequeños conozcan los diferentes tipos de animales, sus crías, sus costumbres, etc,.
La importancia del juego libre

Las experiencias jugando al aire libre, no tienen precio. Los niños y niñas se divertirán corriendo, saltando, inventando juegos, trepando a los árboles y conociendo la fauna de alrededor. Dejar que se acerquen a las largartijas o a ciertos insectos, es favorable. También podemos contarles la historia y las costumbres de los mismos, esto lo hará mas interesante.
Los más pequeños pueden jugar a cazar mariposas, tirar piedras al agua o incluso a realizar pequeñas construcciones con madera o restos de tronco y ramas.
La naturaleza ofrece una cantidad enorme de estímulos que, al contacto con ella, hace que el niño quiera acercarse un poco más a este entorno. Los espacios abiertos, moverse libremente, observar e interactuar con su entorno, estimular sus neuronas, acumular emociones y sensaciones… son solo algunas de las cosas positivas, para el aprendizaje y desarrollo de los niños, y su acercamiento y respeto a la naturaleza.
Acercar los niños a la naturaleza: aprendamos a reciclar

Con información y charlas, los niños aprenden rápidamente como se debe reciclar. Las maneras que hay de hacerlo o algunas de las muchas cosas que se pueden hacer con ese material para otorgarles una nueva «vida».
Otra manera de mantenernos informados es leer sobre este tema. Un buen libro es “Cuida tu Planeta“ del autor Lauren Child. Cuyos protagonistas son Juan y su hermana pequeña, Tolola, dos conocidos personajes creados por Lauren Child.
A través de sus páginas Juan enseña a su hermana la importancia del reciclaje y qué debe hacer para contribuir a ello. Podemos leer todo esto con un mensaje sencillo que todos comprenderemos.
Acercar los niños a la naturaleza: practicar senderismo

Una estupenda manera de sentir la naturaleza es practicar senderismo y disfrutar de preciosos paisajes, de la vegetación, de los ríos o piscinas naturales.
El senderismo es una increíble manera de obtener respeto a la naturaleza y también sirve para el desarrollo de las habilidades del aprendizaje, proporcionando responsabilidad y ciertas competencias para el futuro. ¿No te parece el senderismo una oportunidad para acercarnos al entorno natural?
¡Qué buena idea es ir de acampada!

La verdad es que este tipo de actividades proporciona una experiencia enriquecedora, para todo el mundo. «Vivir» con la naturaleza y no solo conocerla brevemente, también es importante. De hecho, dentro de la pedagogía fundada por María Montessori es un pilar fundamental.
¿Por qué acercar los niños a la naturaleza?

Es importante que conozcan el entorno y el planeta donde viven, y que aprendan a desarrollar el respeto que precisa la naturaleza. Además, también es una herramienta perfeta para el desarrollo de los propios menores.
Es real la existencia del síndrome o trastorno por déficit de naturaleza, estudiada por entendidos, que comenté al comienzo del post. Los signos en los que se manifiesta son en forma de obesidad, estrés, trastornos de aprendizaje, hiperactividad, fatiga crónica o depresión, entre otros síntomas.
Conocer e interactuar con la naturaleza favorece el desarrollo de los niños y suscitan increíbles emociones, las cuales serán en el futuro importantes para construir el conocimiento.
¿Qué beneficio conlleva todo esto?

Además de todos los beneficios mencionados las experiencias con la naturaleza favorece al desarrollo cognitivo y emocional, del menor. Los niños obtendrán ua mayor capacidad de creatividad, exploración, destreza y desarrollo de habilidades y resolución de problemas.
Los niños son capaces de mejorar la concentración, coordinación física, agilidad y equilibrio; además, notaremos que se ponen malos menos veces, que si nunca salen a espacios de este tipo.
Realizar escapadas a entornos naturales y hacer actividades al aire libre son oportunidades que no debemos dejar pasar. Deja que los niños se diviertan solos o en compañía. Si lo hacen en grupo verás como pronto colaboran entre ellos, se hacen más observadores y muestran más capacidad de razonamiento.
Para los papis y mamis más sobreprotectores, decir que también es bueno que los niños se caigan o se hagan daño, en su justa medida. En la vida hay que caerse y aprender a levantarse, pues no siempre estaremos con ellos. Es bueno que aprendan a correr por diferentes terrenos y sepan moverse, por estos entornos.
¿Qué te parecen estas ideas para acercar los niños a la naturaleza? ¿Podrías añadir más ideas o alternativas para ello?