Los primeros trazos -2ª parte-

En una noticia anterior vimo los dos primeros item de los primeros trazos, como son, la herramienta psicológica y las distintas actividades. Se puede leer en el siguiente enlace . A continuación veremos las etapas y algunos consejos sobre este tema.

Etapas

Las clasificaciones de las etapas por las que pasa la relación del niño con el dibujo varían en función de los autores. Sin embargo, está prácticamente consensuado que la etpa del garabateo alcanza hasta los cuatro años. En este tiempo, el niño va a pasar por varios procesos de cambio.

Desde un garabateo desordenado inicial hasta un garabateo controlado en el que pondrá nombre a lo que dibuja. Estas primeras creaciones tienen sentido para el niño, aunque para el adulto carezcan del mismo. Durante el período del garabateo, el color juega un papel totalmente secundario; sólo al final, cuando comienza a nombrar lo que dibuja, dota a los diferentes colores de significados.

A partir de los cuatro años se desarrolla una etapa en la que se sucederán distintos procesos y que abarcará hasta los seis años. El niño comienza a dibujar lo que sabe del objeto y no únicamente lo que ve. Esta etapa es, probablemente, la que tenga más valor para el maestro, ya que es más fácil interpretar el proceso mental del niño a través de los dibujos.

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Así el niño suele entrar en la etapa en la etapa esquemática a los seis años. Algunos autores defienden que sucede en gran medida como consecuencia del inicio de una nueva etapa escolar. Entre los seis y nueve años el niño adquiere una percepcion más objetiva del espacio y el color. Entre los diez y los doce años el niño comienza a sentirse parte de la sociedad. Es así como alcanza la etapa del pseudorrealismo que desembocará años más tarde en la crisis de la adolescencia.

Algunos consejos

Igual que cada autor marca una etapas, cada niño tiene sus tiempos y no hay que presionarles. Algunos son más precoces en el dominio cromático o en la perfección de las formas y otros, más tardíos. Ninguna etapa debe ser consideraba al pie de la letra. Los procesos de cambio son lentos y complejos.

Lo que mejor contribuye a la superación de etapas y a la canalización de emociones, lejos de la presión que puede llevar a la frustación, es la estimulación. Motivar al niño a que no describa a través de trazos la compleja sencillez de su universo.

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