Una conocida frase dice “un adulto creativo es un niño que ha sobrevivido”. Si bien la educación de los más pequeños siempre es un tema que nos ocupa, también hay que pensar en cómo mejorar la calidad de adultos que somos, por eso hemos estado revisando algunos trabajos de investigación centrados en el aprendizaje que pueden hacer los adultos sobre el comportamiento de los más pequeños para lograr una mayor creatividad en la vida laboral y personal.
Prejuicios
Los niños no tienen prejuicios. Las diferencias que establecen lo hacen porque las han aprendido de sus padres, de esta forma es importante aprender de ellos y dejar de juzgar al otro por su apariencia. Las ideas preconcebidas no existen para los pequeños, por eso no tienen problema en amigarse sin importar edad, color de piel o clase social. A medida que crecemos solemos olvidarnos de este pequeño detalle.
Esfuerzo y cariño
Todo lo que hacen los niños lo hacen con el corazón, poniendo toda su energía. Correr, jugar, cantar, dibujar. Lo más importante para cualquier adulto es hacer las cosas con amor, por supuesto que hay actividades que no te gustarán tanto, pero si las haces con lo mejor de ti podrás terminarlas antes y ponerte a hacer lo que te apasiona.
Diversión
A veces pareciera que el mundo de los adultos se ha vuelto aburrido, y en realidad los que se vuelven aburridos son los propios adultos. Hay que aprender de los niños y utilizar la imaginación para divertirte, siempre es posible encontrar algo con lo que alegrarnos hasta la tarea más tediosa.
Miedo al fracaso
Por último, es importante aprender de los niños la habilidad de reconstruirnos y empezar de nuevo. Si un chico se cae aprendiendo a andar en bicicleta, vuelve a subirse y lo intenta de nuevo. Los adultos le temen al fracaso, pero en realidad hay que trabajar con él y mejorar nuestra calidad de persona a partir de las dificultades que se nos presentan.