Las canciones infantiles suponen una de las mejores formas de enseñar a un niño a pronunciar las palabras bien. Esto es vital cuando ha aprendido a hablar y acude ya a los primeros años de la escuela infantil. Las adivinanzas también contribuyen a enseñar de forma divertida, pero no son adecuadas para los niños pequeños y estimulan otras áreas que no el lenguaje.
Existe una gran cantidad de canciones infantiles que resultan además de una forma de jugar, una forma de entonar con el pequeño las palabras así que pueda ir mejorando la dicción. Una mala dicción es uno de los problemas más recurrentes en la escuela primaria. La canción de Mambrú se fue a la guerra es una canción francesa muy tradicional adecuada para los niños de 3 a 5 años.
Mambrú se fue a la guerra,
que dolor, que dolor, que pena.
Mambrú se fue a la guerra,
no sé cuándo vendrá.
Do-re-mi, do-re-fa.
No sé cuándo vendrá.
Si vendrá por la Pascua,
mire usted, mire usted, qué gracia.
Si vendrá por la Pascua
por la Trinidad.
Do-re-mi, do-re-fa.
O por la Trinidad.
La Trinidad se pasa,
mire usted, mire usted, qué guasa.
La Trinidad se pasa.
Mambrú no viene ya,
Do-re-mi, do-re-fa.
Mambrú no viene ya.
Por allí viene un paje,
¡qué dolor, qué dolor, qué traje!
por allí viene un paje,
¿qué noticias traerá?
Do-re-mi, do-re-fa,
¿qué noticias traerá?
Las noticias que traigo,
¡del dolor, del dolor me caigo!
las noticias que traigo
son tristes de contar,
Do-re-mi, do-re-fa,
son tristes de contar.
Que Mambrú ya se ha muerto,
¡qué dolor, qué dolor, qué entuerto!,
que Mambrú ya se ha muerto,
lo llevan a enterrar.
Do-re-mi, do-re-fa,
lo llevan a enterrar.
En caja de terciopelo,
¡qué dolor, qué dolor, qué duelo!,
en caja de terciopelo,
y tapa de cristal.
Do-re-mi, do-re-fa,
y tapa de cristal.
Y detrás de la tumba,
¡qué dolor, qué dolor, qué turba!,
y detrás de la tumba,
tres pajaritos van.
Do-re-mi, do-re-fa,
tres pajaritos van.
Cantando el pío-pío,
¡qué dolor, qué dolor, qué trío!,
cantando el pío-pío,
cantando el pío-pá.
Do-re-mi, do-re-fa,
cantando el pío-pá