Damos las claves sobre la educación emocional para niños y algunas propuestas interesantes para los educadores y las familias.
Es muy común ver cómo en la escuela niños y niñas tienen algunas dificultades a la hora de reconocer y gestionar las emociones. A veces les resulta complicado ponerse en el lugar del otro, y no saben identificar las emociones. Por eso, hoy hablamos sobre la educación emocional para niños, y damos algunos consejos y propuestas para profesores y padres.
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¿Qué es la educación emocional?
Según la definición de viu.es, la educación emocional es «un proceso educativo, continuo y permanente que pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo integral de la persona. En decir, este tipo de educación entiende las competencias emocionales como absolutamente básicas para desenvolverse con éxito en la vida.»
El objetivo principal aquí, es el de desarrollar las competencias emocionales que animan a afrontar mejor los diferentes retos de la vida, y tener así un mayor bienestar, tanto personal como social. La educación emocional, también tiene otra serie de objetivos generales:
- Tener un mayor conocimiento de las emociones propias, e identificar también mejor las emociones de los demás.
- El desarrollo de la habilidad para poder regular las emociones propias.
- La prevención de los efectos nocivos que vienen de las emociones negativas, y el desarrollo de la habilidad para tratar de generar emociones positivas.
- El desarrollo de la habilidad de la automotivación.
- Tener una actitud positiva ante la vida.
- Aprender a gestionar los conflictos de una forma positiva.
Propuestas de educación emocional para niños
Como comentamos anteriormente, con la inteligencia emocional debemos desarrollar las competencias emocionales. Esto puede hacerse de diferentes maneras, tanto en el colegio, como en casa. Por eso, tanto los profesores como los padres pueden tener un papel activo en la educación emocional para niños. A continuación, damos algunas propuestas interesantes.
1 – Preguntar cómo se siente
Simplemente preguntando a los niños «¿Buenos días, cómo te sientes?«, ya tienes una actividad sencilla dirigida a los que tienen corta edad. De esta forma, animas y enseñas a los niños a comprender y tratar de comunicar sus propias emociones y sentimientos. Esto pueden hacerlo los profesores como una especie de ritual de bienvenida en el aula, y también es algo que pueden hacer los padres en casa en diferentes momentos (cuando se levantan, o cuando vuelven del colegio, por ejemplo).
Para hacerlo bien, debes hacer la pregunta con un ritmo alegre, añadiendo su nombre al final. En función de la edad o el interés que muestren, los niños responderán de forma corporal o verbal. A partir de aquí, el profesor o el padre debe tratar de poner nombre a lo que el niño está expresando para reforzar su respuesta, y también para ayudarle a que entienda sus propias emociones y las de otras personas para que pueda empatizar.
2 – Actividad de la rueda de los sentimientos
Se trata de una actividad dirigida a la educación primaria. Ésta consiste en tratar de reconocer e identificar, de forma divertida y lúdica, los sentimientos. De esta forma, aquí pides a los niños que piensen en si, en alguna ocasión, se han sentido felices, tristes, decepcionados o preocupados, por ejemplo. Luego, se les enseña la rueda de los sentimientos, que será una ruleta de juego en la que, en lugar de los típicos números, aparece escrito el nombre de los distintos sentimientos y emociones. Así, los niños giran la rueda, y, según el lugar en el que se pare, debe explicar a los demás compañeros en qué consiste exactamente ese sentimiento o emoción poniendo un ejemplo de una experiencia propia.
Con todo esto, los niños aumentan su vocabulario emocional y lo utilizan de la manera apropiada, toman conciencia de las diferentes emociones, aprenden a escuchar a los demás cuando hablan, y respetan los sentimientos de los demás.
3 – Que lean un libro relacionado
Los libros también pueden ayudar en la educación emocional para niños. Un ejemplo es el libro «Paula y su pelo multicolor«, de Carmen Parets. Se trata de un cuento infantil que está protagonizado por una niña que se llama Paula. Ésta, tiene una particularidad, y es que, en función de cómo se siente, su pelo cambia de color. Así, el cuento infantil muestra las respuestas para cada uno de los diferentes tipos de emoción, como la tristeza, o el miedo, entre otros, y refleja las cosas que hacen sentir feliz a la protagonista.
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Estas son algunas de las propuestas de actividades para la educación emocional para niños, ideales para hacer en casa o en el colegio, de forma que tanto padres como educadores estén involucrados. ¿Conoces algunas actividades más que ayuden en la educación emocional para niños?