La inteligencia emocional agrupa al conjunto de habilidades psicológicas que permiten apreciar y expresar de manera equilibrada nuestras propias emociones, entender las de los demás, y utilizar esta información para guiar nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento.
Emoción, pensamiento y acción, son tres elementos muy relacionados. La manifestación de emociones puede convertirnos en personas integradas socialmente o excluidas, todo depende de la manera en que las manejemos. La infancia es una etapa crucial en el aprendizaje del manejo y control de las mismas, ya que la infancia es el momento en que mejor se adquieren los aprendizajes.
En ocasiones, nos encontramos con niños cuyo control emocional es prácticamente inexistente, se muestran irascibles e irritables a menudo, no se les puede negar nada porque están acostumbrados a que se les permita y consienta casi todo. Además, se muestran especialmente frágiles e irritables ante los fracasos, respondiendo de manera agresiva y hostil a este tipo de situaciones. Esto es perjudicial para el niño, convirtiéndoles en personas vulnerables.
El conocimiento, comprensión y control de las emociones, es por tanto vital, pues éstas nos permiten adaptarnos, comunicarnos y desenvolvernos en sociedad. Además, no debemos olvidar que la emoción es fiel compañera de la motivación, el motor de la consecución de objetivos.
La inteligencia emocional prepara al niño para la vida, le permite defenderse de los posibles peligros sociales que le pueden acontecer, por ejemplo futuras adicciones, ya que diferentes investigaciones, han puesto de manifiesto que las personas con escaso control y tolerancia emocional, son más susceptibles de caer en el mundo de las adicciones que aquellas cuyo control y tolerancia emocional es mayor.
Los niños deben aprender a controlar su agresividad o sus reacciones indeseadas, algo para lo que debemos trabajar con ellos. El empleo del castigo, ante estas ocasiones, no suele resultar demasiado efectivo, en cambio, hacerles reflexionar sobre lo sucedido de manera objetiva y constructiva, haciéndoles entender la importancia de sus acciones y la repercusión en los demás sí.
Os recomendamos la app “inteligencia emocional con niños e-leraning Factory”, en la que se muestra por apartados conceptos básicos y cómo deben actuar los padres o profesores frente a determinadas situaciones. Espero que os sea útil.
Y para terminar, como dijo Benjamin Franklin:
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”.