Existe mucha polémica con el tema de tener un profesor particular, para ayudar a los alumnos en distintas materias. Realmente son dos formas de aprendizaje que pueden y deben complementarse. Eso sí, debemos tener en cuenta una serie de puntos. Las siguientes medidas son de simple orientación, para procurar el mejor profesor posible.
Busca un profesor particular con titulación
Es muy importante contar con un profesor particular que tenga una titulación adecuada. Este aspecto en el cual no suelen reparar muchas familias, aunque parezca absurdo, es determinante para las clases de apoyo de los niños.
También debemos tener en cuenta que la titulación exigida (diplomatura, licenciatura, bachillerato…) deberá depender o ir en consecuencia con el curso que esté realizando tu hijo y la edad que tenga el mismo. Asimismo también deberemos tener en cuenta, si las hubiera, posibles características especiales de los niños/as.
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¡Lo barato sale caro!
¿Te preocupa el aprendizaje de tu hijo? Es más importante la selección de un buen profesor que el precio fijado por clase. Realmente este tema se convierte en muchas ocasiones en el principal motivo de la elección de éste. Busca alguien titulado que pueda ofrecer a tu hijo/a clases productivas.
Un profesor particular debe ser una figura activa y no pasiva
Los profesores particulares no están ahí para acompañar la realización de los deberes de tus hijos/as. El rol de estos profesores debe ser activo para ayudar a los niños a realizar aquellos ejercicios que no sepan resolver o las dudas que les acarren las asignaturas.
Un profesor particular enseña buenas técnicas de estudio para repasar, estudiar y realizar resúmenes y esquemas. De esta manera la clase o sesión de repaso será más que productiva.
Opta por clases de repaso individuales y no grupales
No es que un profesor particular no pueda o deba dar clases a varios niños (si tienes varios hijos). Si, en este caso, ellos necesitan a alguien que les enseñe a repasar y reforzar algún contenido durante el curso ¡no hay problema!. Pero si los niños necesitan recuperar alguna asignatura en particular, será mejor realizar clases individuales.
Comunicación entre profesores
Como en la vida, en general, la comunicación es lo más importante. Un trabajo realizado mano a mano y con colaboración ¡es mucho mejor! Si el profesor particular y el profesor del centro educativo pueden estar en contacto ¡mucho mejor!
Trabajar conjunto por el bien del niño es una metodología que le ayudará en las distintas materias y áreas del conocimiento, como: matemáticas, resolución de problemas, lengua, historia, etc,.
El rendimiento escolar de los niños es muy importante y tener un profesor particular debería ser para bien. En la actualidad hay muchas formas en las que pueden estar en contacto ambos profesores, por ejemplo vía correo electrónico, Wassap, skype o de forma presencial. De esta manera se complementarán.
Busca un buen horario para las clases de refuerzo
Los horarios son muy personales por lo que solo tu y tu familia podréis saber qué os conviene, y mejor aún qué conviene al niño/a o adolescente. En este sentido puedo decir que es mejor evitar las sesiones los viernes por la tarde o los fines de semana.
Los niños podrán organizar mejor el día y aprovechar todo el tiempo si las clases se dan en un horario a primera hora de la tarde. Además, no hace falta que sean muy largas. Existen clases de 1 hora o más pero pienso que las sesiones planificadas y bien organizadas de 45 minutos ¡son más efectivas!
Para que las clases de apoyo sean más productivas deberemos plantearnos la calidad por encima de la cantidad. Por este motivo más de dos sesiones a la semana no deberían hacer falta. Con dos días bien organizados y un buen profesor debería ser más que suficiente, para las materias que se vayan a reforzar.
¡El material siempre a punto!
Al igual que preparamos la mochila para el colegio o el instituto también deberemos tener listo el material, para las clases con el profesor particular. En función de la edad del niño/a deberemos estar más o menos pendientes de revisar el material que necesiten, para las sesiones.
Si los niños son pequeños o adolescentes (que «pasan» un poco de los estudios) conviene repasar el horario, la agenda y los materiales como libros de texto, libretas, y otros que necesiten. De esta manera cuando comiencen la sesión dispondrán de todo lo necesario.
Mi visión está plasmada durante todo el artículo pues realmente pienso que muchos de los niños, adolescentes y adultos deberíamos tener clases de apoyo. De esta manera habría menos suspensos y menos absentismo escolar. Aunque esto último está dado por muchas circunstancias. Digamos que sería otro tema largo y extenso a tratar.
Si vamos al tema que nos atañe, los profesores particulares, pienso que son una buena herramienta educativa. Tanto los profesores del centro educativo como los individuales deberían trabajar juntos y no dejarlos apartados. De esta forma podrían crear una metodología específica para el niño/a que lo necesita.
Aunque en este artículo hable prácticamente de la ayuda o apoyo extra a los niños, también quiero hacer referencia a los adolescentes y adultos. Muchas personas, en el ámbito educativo, hemos necesitado ayuda alguna vez. Pero vamos saliendo poco a poco como podemos y aprobando de esta manera. ¿Cuál fue tu caso en los estudios que recibiste?
Pienso que muchas personas acabarían satisfactoriamente con sus estudios si se recurre a clases particulares, además del centro educativo. Es una manera para que no acaben abandonando los estudios, pensando que no valen para ello. ¿Cuál es tu opinión sobre este tema?
¿Tienes contratado un profesor particular de apoyo para tus hijos? ¿Podrías contarnos tu experiencia con un profesor de este tipo? ¿Estás pensando en contactar con alguno para ayudar a tus hijos? ¿Piensas que es peor para la educación del niño?