Como todo lo que se hace por primera vez, emprender algo nuevo es un desafío. Es un camino a descubrir que conlleva riesgos, posibles fracasos, pero también la oportunidad del éxito. El desconocimiento, la falta de información, la inexperiencia y/o la falta de recursos son quizás las cuestiones más relevantes a resolver.
Afortunadamente, la experiencia y trayectoria de miles de emprendimientos, han dejado una marca respecto de sus procesos. Una especie de manual para principiantes con pasos, etapas y consejos.
Definir el objetivo y un valor agregado
Lo primero que hay que pensar es la misión, el objetivo del emprendimiento. Tenerlo definido será la llave para avanzar, para planificarlo. Será vital para establecer las tareas a realizar y estipular metas a cumplir. Y vinculado a la misión, sería ideal diferenciar el emprendimiento de los otros proyectos con los que va a competir. Que el producto o servicio le ofrezca un valor agregado al público interesado.
Buscar financiamiento
Existen diversas alternativas para financiar un emprendimiento. Con frecuencia, el sistema estatal cuenta con programas para que emprendedores y pequeños empresarios puedan acceder a los fondos. Por otro lado, el sector privado ofrece créditos o préstamos, más o menos rentables, incluso con modalidad de solicitud online, como por ejemplo los de Matchbanker.
Formar el equipo humano
Seleccionar al personal correcto, con el perfil y la capacidad necesaria para llevar adelante el emprendimiento es clave. Y ubicar a cada uno de los integrantes del equipo de trabajo en el puesto adecuado, también lo es. Será determinante para el avance y el crecimiento del proyecto y, en ocasiones, para la superación de las expectativas. En la mayoría de los casos, de esta decisión dependerá el éxito o el fracaso.
Planificar el trabajo
En función del objetivo a alcanzar, hay que delinear un plan de trabajo. Se trata de establecer metas a cumplir a corto, mediano y largo plazo; definir etapas y determinar fechas. Esto no sólo generará avances hacia la misión final. Sirve para aprovechar y redituar los recursos humanos y económicos. Evita que la concreción del emprendimiento se dilate en el tiempo y requiera de una mayor financiación.
Reconocer, cautivar y contactar al público objetivo
El emprendimiento tiene un público objetivo, un cliente interesado en el producto o servicio que se va a ofrecer. Para cautivarlo es fundamental reconocerlo e identificar sus deseos, necesidades y gustos. Para vincularse con él, hay que rastrear sus vías de contacto y establecer comunicación a través de los canales que utiliza habitualmente.
Identificar a los competidores
Salvo que se trate de un proyecto inédito, es probable que el emprendimiento tenga competidores en el mercado. Parte del trabajo, es identificarlos y conocer las características del producto o servicio que brinda, con el que se compite. Contando con esa información, se puede diferenciar el emprendimiento propio y sumarle un valor agregado que atraiga al público objetivo.
Establecer vínculos con otros emprendedores
Trabajar en equipo no sólo es importante hacia adentro. Establecer una red de contactos con otros emprendedores es provechoso en términos de capacitación, formación e intercambio de ideas. Permite conocer la historia, el proceso, los errores y aciertos de los otros. Y ayuda a afinar y mejorar la toma de decisiones.
Aprender de los errores
Ningún emprendimiento alcanza el éxito de un día para el otro. Y mucho menos, sin errores, obstáculos, ni adversidades en el camino. Es importante ser consciente de que van a existir. Buscar y encontrar la forma de sortearlos es parte del proceso. Registrarlos es un modo de evitar que se repitan y de saber cómo resolverlos de la mejor manera si vuelven a aparecer.
Formalizar el emprendimiento y crear una cuenta
Registrar formalmente el emprendimiento y crear una cuenta del negocio reviste una serie de beneficios a considerar. La formalidad lo muestra más serio ante los ojos de los consumidores. Y permite acceder al sistema financiero y a los programas de financiamiento estatales. Mientras que la cuenta amplía las formas de emisión y recepción de los pagos por las ventas y el pago a los proveedores. Además, ofrece la posibilidad de ver los movimientos de entrada y salida de dinero.