La Comisión Europea ha divulgado esta semana, los resultados de un estudio que nos trae, la cifra preocupante de un 21,1% de los jóvenes españoles que con edades entre 15 y 29 años, ni estudia ni tiene trabajo. La tasa más alta en este caso en toda la Unión Europea que significa un costo de 15,700 millones de euros. Una cantidad de jóvenes sin trabajo y que no estudian que ha ido en aumento desde el 2008.
Esto no es culpa prácticamente de nadie, la crisis económica ha impedido que los jóvenes se agreguen a la fuerza laboral por el alto indice de paro existente. Para poder dejar atrás este porcentaje de jóvenes que ni trabajan ni estudian, hay que tomar medidas efectivas e inmediatas, que permitan que los jóvenes de España puedan acceder a un empleo, más formación o un trabajo de prácticas en un plazo máximo de cuatro meses tras dejar la escuela o perder el trabajo.
Las consecuencias de esta situación de los jóvenes en España en paro y sin estudiar, ya se dejan ver en la economía y se irán agravando conforme transcurra el tiempo. Para trabajar en ello, la Comunidad Europea deberá hacerse de recursos para crear opciones de empleo para estos jóvenes, ayudarlos a diversificarse en su profesión si es necesario y para educar.
La alarmante tasa de desempleo juvenil en España, que sobrepasa el 55% da cuenta que de la cantidad de personas en estado de desempleados, los menores de 25 años, suman más del 30% en paro más de doce meses, mucho más que en ese mismo período del 2008. Y las posibilidades de que puedan emplearse son prácticamente inexistentes, un joven entre 15 a 24 años encuentra hoy menos empleo que tres años atrás.
Para los quejosos que tienen un trabajo y constantemente se quejan de disfrutar del mismo, de desear aglo mejor que esto y aquello, tener en cuenta el enorme porcentaje de gente joven que espera un empleo.