Muchas enfermedades que cualquier persona podamos sufrir nos puede afectar a nuestra vista, como ocurre con la diabetes, una enfermedad que sino se controla adecuadamente, puede provocar daños muy importantes, incluso hacer que la persona pierda completamente la visión.
La diabetes se caracteriza por la existencia de un exceso de azúcar en la sangre por falta de insulina, o bien porque la insulina que nuestro cuerpo genera no es válida, de ahí que todos los que sufren de diabetes se deben de suministrar ellos mismos la insulina para evitar problemas mayores.
Como ya hemos comentado, la diabetes puede incurrir en la aparición de otra enfermedad mucho más importante y que afecta a la visión de los pacientes. La enfermedad de la que hablamos es la retinopatía diabética y en la actualidad afecta a más de 200 millones de personas. Esta enfermedad consiste en la obstrucción de los vasos sanguíneos de la zona de la retina, causando hemorragias, provocando la denominada edema macular diabético (EMD) y que es la causa más importante de pérdida de visión en aquellas personas que son diabéticas.
Otra de las enfermedades que afectan a nuestra retina es la denominada degeneracion macular asociada a la edad, que es la causa más común para causar la ceguera en personas de más de 50 años.
La degeneración macular es una enfermedad ocular degenerativa que afecta a la zona central de la retina macular, responsable de la visión central directa, muy necesaria para hacer acciones de la vida cotidiana como es leer, conducir o identificar objetos.
Podemos encontrar dos tipo de DMAE. La conocida como húmeda, menos habitual pero la que más rápido actúa o bien la DMAE seca, que es la más habitual de los casos y más benévola.
Estas enfermedades se pueden controlar si somos sometidos a reconocimientos habituales, de ahí la importancia que cada cierto tiempo acudamos al oculista para vigilar nuestra vista.