Las fábulas para niños son estupendas herramientas educativas que podemos utilizar en casa o en clase. Si buscas relatos de fábulas con moraleja, echa un vistazo a este post.
Fábulas para niños: El Sol y las Ranas
Las ranas de una apacible y pequeña laguna estaban muy alarmadas y casi muertas de susto. El día antes el astro rey, el Sol, las había alertado que ya todo no seguiría siendo igual que antes, pues él había decidido variar su rumbo.
En breve comenzaría a iluminar la Tierra solo durante seis meses, por lo que el resto del año sería una etapa de oscuridad y frialdad. Las ranas comprendieron de inmediato lo que esto significaría para la vida, tal cual la conocían.
Los charcos se secarían, los ríos irían perdiendo su cauce hasta desaparecer, ellas no podrían calentarse como antes y los insectos de los que se alimentaban dejarían de existir.
Desesperadas comenzaron a quejarse y a pedir a las fuerzas divinas por su conservación, no sin protestar y demandar por lo que les parecía justo a ellas.
Desde lo alto una voz atendió su llamado y les preguntó:
-¿Piden clemencia sólo para ustedes o para todos los seres vivientes del planeta?
– Pues para nosotros. ¿Por qué habríamos de preocuparnos por otras especies? Cada cual que cuide y pida por lo suyo.
-Así les irá –replicó la voz, que desde entonces se desentendió de los pedidos de las ranas por su egoísmo.
Ciertamente el sol no dejó de brillar, pero desde entonces las ranas son animales con muy pocos amigos, y todo por el egoísmo de aquellas de una pequeña laguna, capaces solo de preocuparse por su bienestar y desentendidas de todo lo que les rodeaba.
Fábulas para niños: El Toro y las Cabras
Había una vez un toro y tres cabras que, como se criaron juntos desde pequeños en una verde pradera, eran muy amigos y se pasaban el día jugando.
La escena de verlos jugando era habitual en la pradera pero para un perro vagabundo, que a diario los observaba desde lejos, no dejaba de resultar un tanto extraña. Su experiencia de vida le impedía entender cómo aquellos animales podían llevarse tan bien entre sí.
Un día el perro no pudo aguantar más su curiosidad y fue adonde el toro y le preguntó:
-Compañero, ¿cómo es que tú, un toro tan fuerte, pasas tus días jugando con tres insignificantes cabras? ¿Acaso no ves que puedes ser la comidilla del resto de los animales? Pensarán que eres un toro débil y por eso es que te juntas con animales indefensos.
Las palabras del perro pusieron a pensar al toro, que no quería ser el hazmerreír del resto de los animales ni le hacía gracia la idea de que subestimaran su fuerza y valor.
En resumen, por el que dirán fue apartándose cada vez más de sus amigas cabras, al punto de que llegó un día en el que no las vio más.
Pasó el tiempo así y el toro se fue sintiendo cada vez más solo. Extrañaba a sus amigas cabras, que eran como su única familia, y los juegos que a diario hacían juntos.
Ese estado emocional lo hizo reflexionar y comprendió su error. Nunca uno se puede dejar llevar por lo que digan los demás y debe hacer lo que le nazca y le dicten su conciencia y corazón. De no ser así, podemos perder lo que más apreciamos o deseamos en la vida.
Afortunadamente, para el toro no fue muy tarde y recuperó la amistad de sus hermanas cabras, con las que fue muy feliz para siempre, jugando cada día.
Fábulas para niños: El doctor y el enfermo
Había una vez un enfermo internado en un hospital, que cada día se sentía más mal y no veía mejoría alguna en su estado. Una tarde el médico pasó en sus habituales rondas y le preguntó qué lo aquejaba, qué síntomas lo hacían sentirse mal.
El enfermo le confesó que sentía que sudaba más de lo común, a lo que el médico respondió, sin detenerse a chequearlo:
– Eso está bien.
Un día después, el doctor volvió a visitar a su enfermo y le preguntó nuevamente qué lo aquejaba.
– Siento que tiemblo y tengo más escalofríos que en cualquier otro momento de mi vida –dijo el paciente.
– No te desconsueles, eso está bien –agregó el doctor.
Otra vez al día siguiente pasó lo mismo y el doctor preguntó al hombre que qué síntomas presentaba como para sentirse enfermo.
Preocupado, el enfermo le dijo:
-Doctor, he tenido diarrea y no se van los restantes síntomas.
-Eso está bien –ripostó el doctor, que ya se iba del lugar cuando escuchó que el enfermo le decía a un familiar que lo visitaba:
– Creo que de tanto estar bien me estoy muriendo. Cada día estoy peor.
El doctor se sonrojó por la vergüenza y desde ese momento comenzó a tomarse verdaderamente en serio la salud de sus pacientes. Comprendió que hay profesiones que imponen constancia, seriedad y preocupación, y que uno no puede andar jugando con la vida y bienestar de los demás.
¿Qué son las fábulas?
Las fábulas son cortas y breves narraciones literarias, habitualmente escritas en verso, que terminan siempre con un mensaje de enseñanza o moraleja de carácter instructivo, cuyos personajes casi siempre son animales u objetos ficticios. Realmente son una excelente herramienta tanto para entretener como educar a los niños.
Los protagonistas de estas aventuras suelen ser animales u objetos inanimados, por lo que se convierte en personajes muy atrayente para los más pequeños. Estas historias captan la atención hasta el final y proporcionan una manera de que puedan memorizarlas fácilmente.
¿Para qué sirven las moralejas?
La moraleja es la enseñanza que se deduce de algo, especialmente de un cuento o una fábula. Son una forma de explicar ciertas lecciones de la vida diaria a través de las fábulas.
Normalmente estas moralejas van incluidas al final de la fábula, como explicación adicional, aunque en algunas ocasiones puede ser omitida. En estos casos es porque es explicada fácilmente en la obra literaria y no es necesaria su explicación.
¿Te ha sido de utilidad este post sobre fábulas para niños? ¿Buscas trabalenguas difíciles? ¿Buscas aplicaciones para aprender a tocar la guitarra? ¿Buscas app para aprender a dibujar?