El paso del tiempo provoca el agotamiento de los empleados del sector de la educación. Poco a poco, el síndrome burnout relacionado con el estrés, está haciendo más acto de presencia. De hecho, según un estudio de la National Foundation for Educational Research, aquellas personas que trabajan en la educación, tienen mayor probabilidad de sufrir estrés.
Educar a los jóvenes para sacar su máximo potencial es, en muchas ocasiones, una labor muy dura, pero a la vez motivadora y enriquecedora. Pero los profesores están expuestos a sufrir episodios de estrés y cansancio físico y mental. Sin ir mas lejos, según un estudio realizado por ESIC, Herbalife Nutrition y Praxis MMT, en 2021 solo el 35% de los docentes afirmaron estar satisfechos con su trabajo.
Smart Technologies, empresa que promueve la tecnología educativa y la digitalización en las aulas y que recientemente ha inaugurado un Centro de Tecnología Aplicada a la Educación (CTAE) en Talavera de la Reina, plantea cinco consejos que los docentes pueden seguir en caso de sentirse desgastados en su trabajo.
Marcar límites
En el rol de la enseñanza puede ser complejo separar la labor del centro educativo de la vida personal, especialmente cuando existe una profunda vocación. Sin embargo, marcar límites es fundamental. Y no es algo que dependa íntegramente del propio empleado, sino también del liderazgo de la propia escuela o instituto.
Si los docentes deben dar lo mejor de sí mismos para brindar la mejor educación a sus estudiantes, los responsables de los centros tienen la obligación de liberar a sus profesores para que descansen y cuiden de su salud física y mental. Es muy común que los empleados se lleven trabajo a casa, incluso en fines de semana, por lo que establecer un balance en su vida es necesario.
Pedir ayuda
Si un profesor se siente sobrepasado en términos de salud mental, lo mejor es trasladar dicho malestar a los superiores. Ellos deben realizar acciones tangibles con el objetivo de cambiar esa tendencia. Antes de que los problemas escalen y terminen afectando a la situación personal o en la relación con los estudiantes, es conveniente abordarlo internamente con el centro educativo.
Pedir ayuda no significa mostrar debilidad, ni mucho menos; se trata de buscar apoyo y empatía. Guardárselo para uno mismo sólo provoca un sentimiento aún mayor de estrés y frustración que irá in crescendo con el paso del tiempo. Por eso, también es importante encontrar ayuda en otros docentes que posiblemente estén atravesando un momento parecido.
Reconectar con uno mismo
El cuidado personal no se resume en hacer yoga o un día de spa. Puede ser, sencillamente, escuchar música, dar un paseo o leer un libro. Cualquier actividad que contribuya a imprimir un estímulo positivo, a sea mental, emocional o físico, contribuye a crear una rutina mucho más sana.
Reconectar con uno mismo puede cambiar el estado de ánimo de aquellos profesionales que no atraviesan un buen momento. Eso sí, para poder llevarlo a cabo es necesario planearlo e interiorizar la necesidad del cambio. El compromiso con las actividades que contribuyen al cuidado personal, incluso en días de mucho trabajo, puede ser muy beneficioso para el bienestar.
Mejorar la relación con la comunidad escolar
El núcleo de la enseñanza se basa en las relaciones. Crear esas conexiones son las que llevan la experiencia de enseñar a otro nivel. Por lo tanto, estrechar las relaciones dentro y fuera de las aulas pueden significar importantes recompensas: estudiantes mucho más comprometidos y, por consiguiente, una menor presión laboral.
Uno de los mayores problemas que los docentes encararon durante la pandemia fue mantener las relaciones con sus estudiantes y los padres. Por ello, conviene forjar un vínculo que no se vea afectado por la ubicación donde se realizan las clases, da igual si es en un aula o cada uno desde su casa.
Implementar tecnología educativa de manera estratégica
Evitar la escalada del burnout entre los docentes está acelerando la implementación de herramientas ed-tech. La tecnología user friendly, capaz de generar mayor engagement en las clases y con aprendizaje activo puede ayudar a dinamizar las sesiones formativas y aligerar la carga de estrés del personal.
Sobre esto, las soluciones de Smart Technologies habilitan a los educadores la transición entre la clase y la enseñanza en remoto, impulsan la creatividad de los participantes y optimizan en líneas generales las situaciones entre docentes y alumnos.