Malta: un paraíso para aprender inglés

Con un promedio de más de 2,7 millones de turistas al año, Malta es un pais en el que el visitante siempre encuentra algo nuevo. Con el 98% de la población capaz de hablar y entender el inglés, manejar el idioma nos permite acceder a todo tipo de lugares de una belleza inigualable. Desde la arquitectura renacentista de La Veletta, su capital, y hasta sus imponentes Grutas Azules y acantilados, un viaje con mucho por ver y contar. 

Una maravilla social y natural isleña 

Hoy día, aprender inglés —lengua que hablan más de 1.300 millones de individuos en el mundo— es realmente sencillo. Así como la digitalización ha democratizado el acceso a los cursos, también viajar se ha convertido en una oportunidad para aprender inglés de la mejor de las maneras: socializando. Un aprendizaje «por supervivencia”, ya que la estadía en otro país propicia la comunicación entre las personas. Y, con ello, una comprensión y habla más fluidos. 

Prácticamente cualquier país es útil para aprender lenguas como el inglés. Y algunos, gracias a su perfecto enclave cultural y geográfico, resultan muy atractivos para los estudiantesTanto es así que el perfil que estudia y trabaja en malta goza de un entorno y base de operaciones sin igual. Y es que Malta, además de seguro y con buena calidad de vida, tiene una población multilingüe. Algo ideal para aprender inglés desde Europa, pero a través de muchas culturas. 

Recorriendo los destinos turísticos de Malta 

Una de las principales ventajas de esta isla del Mediterráneo es que el 98% de la población de Malta habla inglés. Contando con más de 2,7 millones de visitantes procedentes de alrededor del mundo al año, la calidad tanto del inglés como de su enseñanza son impecables. Motivo por el que la comunicación entre culturas discurre con gran naturalidad y sin barrerasSobre todo, en aquellos puntos del país que más concurren a pares los turistas y también los locales. 

Escogida Capital Europea de la Cultura en 2018, La Valetta, la capital maltesa, es un punto de encuentro de arte, folklore y vida. Sus calles, bajo la esplendorosa arquitectura sobre todo de la época Renacentista, son una delicia. Desde sus iglesias y catedrales hasta los Jardines de Barraka, la ciudad conecta con otras tres muy características de Malta: Vittoriosa, Senglea y Cospicua. Ciudades pequeñas donde la conversación con extraños no es nunca ajena al día.  

Descubriendo la belleza natural de las islas maltesas 

Malta, en sí misma, está compuesta por otras dos islas más, Gozo y Comino que, junto a su fortuna geográfica, dan lugar a un territorio con más de 300 días de sol y playa al año. En todas ellas, como lugares de interés imprescindible, no podemos perdernos ni las actividades de buceo ni sus llamadas Grutas Azules. Enormes arcadas de piedra natural, formadas por la erosión del mar, en acantilados como el de Dingli que podemos atravesar a nado o en barco.  

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Siendo un conjunto de tres islas, no es de extrañar que el litoral de Malta sea uno de sus más poderosos enclaves turísticos. Uno de los más interesantes es el llamado Pueblo de Popeye, situado en Anchor Bay, al noroeste de la isla, donde Disney grabó la película sobre el personaje con Robin Williams en 1980. Aunque para escenografía fantástica, los templos megalíticos de Tarxien y Hagar Qim Mnajdra son un viaje a través del tiempo que nadie debería saltarse.  

Gastronomia maltesa: sabores que debes probar 

La comida es siempre una actividad humanizadora, una puerta a otras culturas que, a través del sentido del gusto, nos conecta con ellas para entender su idiosincrasia. En Malta, a raíz de su deriva histórica, la gastronomía coquetea con sabores italianos, franceses, británicos y árabes. Aunque el conejo es su plato más típico, las cervezas entran dentro de la ecuación de una gastronomía que sorprende por su sencillez, pero asombrosa delicadeza en el paladar. 

Como platos locales, los pastelitos de hojaldre típicos, o pastizzi, amenizan y alegran cualquier desayuno o tentempié a lo largo del día. Y también los quesos. Ya que, en Malta, se elabora uno muy particular: el ġbejna. Preparado con leche de oveja, se parece mucho a la ricotta, pero con un toque y sabor únicos. Muy rico si lo acompañamos con hobza, el pan tradicional de la isla, de una textura crujiente y a la vez esponjosa, que se acompaña con tomate y queso. 

Actividades extracurriculares en Malta 

Como se ha visto, Malta da para todo. Su paisaje, abrupto por su dureza natural, convive con una arquitectura multicultural, donde incluso podemos encontrar cabinas telefónicas del Reino Unido en algunas ciudades como Mdina. Ya que el país fue una colonia británica desde 1814 hasta 1964, aunque de forma definitiva en 1974. También debe haber parada obligatoria para buceo entre ruinas submarinas en Azure Window, que acogió rodajes de Juego de Tronos.  

A pesar de que siempre es buen momento para viajar a Malta, el periodo ideal, pero también más turístico, suele ser entre abril y junio o entre septiembre u octubre. Épocas del año en que las temperaturas se mantienen en unos agradables 25ºC. Por supuesto, la hoja de ruta en las tres islas es vasta e inagotable. Razón por la que dejarse perder por Malta es siempre la mejor de las experiencias. Con el inglés como nexo lingüístico, un viaje inolvidable.