Estudiar en verano es complicado, es un rollo pero es necesario e inevitable en muchas ocasiones. Aunque no nos guste nada hemos de concienciarnos de hacer esto lo más agradable posible. El calor, el cansancio y las ganas de salir pueden impedir la concentración, pero vamos a ver algunas claves que nos pueden ayudar.
Genera una rutina para estudiar en verano

Imponernos una rutina como esta es necesario para evitar distraernos de nuestra tarea. Intentemos poner en una balanza las obligaciones y las distracciones.
Debemos priorizar las obligaciones, pero también darnos tiempo libre para disfrutar, en la medida de lo posible, de las vacaciones. Una idea es estudiar de lunes a jueves y probar a tener los viernes y fines de semana libres; para renovar los esfuerzos.
Al igual que los padres pueden estimular el aprendizaje de los niños de manera temprana, nosotros podemos imponernos una rutina para que nuestro propio cuerpo se habitúe a estudiar todos los días.
Realiza tu propia tabla de horarios para estudiar en verano

En verano solemos perder el tiempo con demasiada facilidad y esto afectará a los tiempos de estudio. Por este motivo hemos de fabricar un horario que cumplir estrictamente. En este horario debe reflejarse las horas de estudio y el tiempo libre para renovar energías, después de todo es verano.
En la actualidad tenemos muchos programas e incluso apps que pueden ayudarnos a enfrentar los estudios. Las hojas de cálculo de Excel, por ejemplo, son grandes aliadas a la hora de organizarnos.
Excel tiene muchas herramientas para destinar las horas de estudio de cada día y las horas de descanso. Puedes cambiar la tipografía, subrayar, añadir links o incluso cambiar el color de la letra o las casillas, fácilmente.
Una buena idea es destinar las mismas horas de estudio para cada día, priorizando las horas en las que menos calor haga, como son la mañana temprano y por la tarde/noche.
Adquirir materiales que te inspiren para estudiar

Si vamos a estudiar en verano tenemos que tener algunos alicientes y uno de ellos es tener un entorno agradable. Siempre se disfruta abriendo una nueva libreta o teniendo bolígrafos nuevos. Puedes destinar un pequeño presupuesto para comprar cosas que te motivarán a estudiar.
Una de estas cosas puede ser una agenda para programar y organizar el estudio, una helecho para concentrarnos mejor o bien realizar tus propias manualidades. Esto último es divertido porque puedes hacer tus propios organizadores para boligrafos, separadores de libros o customizar tus libretas…
Generar una rutina de sueño para estudiar en verano

Es importante dormir las 8 horas correspondientes, para levantarnos descansados y afrontar el día mucho mejor. Por este motivo deberemos hacer un pequeño ajuste en el horario de verano, por ejemplo podemos poner que la alarma suene todos los días a la misma hora (8 de la mañana) y por la noche acostarnos a las 00h, para así dormir las 8 horas. Se sobreentiende que el fin de semana (o los días libres) podemos cambiar este horario, después de todo ¡es verano!
Evita las comidas copiosas durante la semana e hidrata bien tu cuerpo

Evidentemente tras una comida compiosa todo el mundo necesita una siesta o algo similar. Es imposible abarcar los estudios si comemos demasiado, sobretodo constantemente. Si quieres picar o necesitas algo de sal, azúcar o similar puedes tomar algo en pequeña cantidad.
No es una buena opción para los días de calor en los que debemos estudiar comer mucho o beber muy poco. Por este motivo podemos tener una botella fresca a mano, para beber mientras estudiamos.
Sobre los alimentos procura que sean frescos, refrescantes, sanos y ligeros. Entre estos productos entran el yogur, carne blanca, verduras, piezas de frutas, cereales, helados, cremas,…
Modificar el horario semanalmente ¡te ayudará!

Una idea muy interesante es modificar el horario con objetivos para cumplir. De esta manera nos parecerá más divertido o al menos, menos tedioso. Una idea es hacer una serie de ejercicios para unos temas de una materia concreta, que han de estar hechos dentro de un horario, osea de 9h de la mañana a 10.30h, por ejemplo.
Lo que quiero decir con esto es que en vez de rellenar el horario con materias generales (martes: matemáticas; jueves: ciencias) rellenarlo con actividades para concretas para cumplir. Por ejemplo, estudiar el tema 3 y hacer varios ejercicios, de una hora a otra.
Planea los descansos entre estudio y estudio

Obviamente necesitamos descansar para renovar la mente y potenciar la capacidad de estudio, concentración y memorización. Por este motivo hemos de tener en cuenta que si estudiamos unas dos horas y media el descanso será de unos 30 minutos. La concentración de cada persona es diferente, por lo que tendremos que adaptar ciertos minutos de descanso, según las horas de estudio.
¿En qué consiste el descanso? Puedes darte un chapuzón en la piscina, en la playa (si la tienes cerca) puedes darte un baño de solecito en la terraza o simplemente cerrar los ojos, dar un paseo o lo que quieras… siempre y cuando vuelvas a estudiar a la hora correspondiente. Ya verás que vuelves más renovado/a.
Estudiar en verano ¡con música!

Las personas que pueden estudiar con música puede ser lo más apropiado para divertirnos mientras aprendemos. Eso sí, yo tengo que buscar música que no tenga letra o que contenga letra que desconozca… pues si no, me cuesta trabajo no ponerme a bailar y/o cantar.
Si necesitas ayuda para retener los conceptos o fórmulas, por ejemplo, es una buena idea ir más allá y aprender con las canciones que vas escuchando, según las secuencias musicales nos acordaremos de lo que hemos estudiado.
Cambiar de ambiente de estudio

Manteniendo la misma rutina, las mismas horas y los mismos descansos, no tienes por que estudiar siempre en el mismo lugar. Si estás de vacaciones puedes ir a estudiar al parque, a la playa, al campo o a un lugar donde te sientas cómodo y donde cumplir con tus obligaciones disfrutando de un ambiente en el que no podrías estar en invierno.
Mantener una actitud positiva frente al estudio

Por último, y no menos importante, la mejor clave de todas es mantener una actitud positiva ante el estudio. No pienses en el pasado, en el futuro o en el por qué tienes que estudiar en verano, sino en transformar todo en actitud positiva.
¿Buscas consejos para repasar inglés en verano? ¿Qué te han parecido estas claves para estudiar en verano? ¿Podrías añadir algunas más?