España se ve entre los países que están más retrasados en cumplir con las metas de la UE, en el sentido de reducir el abandono escolar. No es culpa de los estudiantes, hay que reconocer que la situación económica de España ha hecho el problema más grande, ya no abandonan los que solían dejar las clases por esto o aquello, ahora abandonan los que no querían dejarlas, porque no tienen recursos, porque las becas se alejaron para muchos, porque no hay dinero para estudiar, porque España se encamina a ser el lugar donde cada día es más difícil estudiar…
La situación no es mala en el entorno de la educación universitaria, pero aunque no supera la exigencia de la UE, se mantiene en lo que diríamos buenos números, hay esperanza de mejorar la media y alcanzar al resto de países de la Comunidad. Pero para llegar a la universidad, hay que estudiar en otros niveles, y los logros de alcanzar buenos números en el acceso a la educación universitaria, se verán afectados por los que ahora no pueden estudiar ¿cómo pensar en la universidad si has de abandonar por falta de recursos antes?
La brecha de clases y la exclusión están a la orden del día en España, nada menos que 12.3 millones de personas están en riesgo de pobreza y basta con ver la cantidad de parados para deducir la cantidad de familias en que los padres no podrán cubrir las necesidades básicas de sus hijos, entre ellas la educación. Superar el abandono escolar es algo que ahora se necesita enfrentar más que nunca porque las condiciones que propician el mismo han cambiado y se han incrementado.
Como hemos dicho, el abandono escolar ya no se limita a las razones por las que solían los jóvenes y niños abandonar su educación, ahora deben abandonar aún los que más motivados e interesados se sentían en obtener la educación a la que todos tienen derecho. Pero la pretendida «renovación» de la educación en España no hace más que aumentar una penosa realidad futura, la de muchos niños y jóvenes de hoy, que se verán sin las herramientas para afrontar las exigencias de la vida cuando tengan que incorporarse al mundo laboral.
Son días difíciles para todos, pero debemos a los niños y jóvenes, un esfuerzo por trabajar en hacer accesible la educación para todos, y eso no se logrará si seguimos siendo espectadores de la realidad. Hay que asumir nuestra responsabilidad en que la educación sea una realidad de hoy y no una esperanza del futuro.
Imagen: Academico