Igual al leer el título te has imaginado un semáforo en el aula, pero no es educación vial de lo que voy a hablar, sino una estrategia para mejorar el comportamiento de los alumnos en el aula, una estrategia importante y que suele ser muy utilizada por los profesores de primaria y también en educación infantil ya que los resultados suelen ser muy exitosos. Este recurso anima a los alumnos a comportarse mejor y a tener responsabilidad de sus acciones ¡algo fundamental!
Esta estrategia utiliza los tres colores del semáforo para representar un significado diferente y muy importante para que los alumnos entiendan sus acciones y las consecuencias que pueden surgir de éstas.
¿De qué trata?
Cada alumno tendrá un sobre con cuarto cartas de diferentes colores: verde, amarillo, naranja y rojo. Si un niño muestra un buen comportamiento durante la jornada escolar la tarjeta que tendrá será la verde, si interrumpe sería amarilla, si interrumpe más de una vez en el mismo día será naranja, si molesta más veces o hace algo inadecuado entonces tendrá que mostrar la carta roja.
Significado de los colores
- Verde: Buen trabajo.
- Amarillo: Advertencia de que no está siguiendo las instrucciones.
- Naranja: Segunda advertencia, la consecuencia puede ser perderse 10 minutos del recreo.
- Rojo: Mal trabajo, la consecuencia será una nota a casa (dependiendo de la gravedad puede ser una llamada telefónica).
Es importante que si un niño tiene que poner la carta de color amarillo, naranja o rojo se le recuerde de forma amable que esperamos que al día siguiente mejore porque seguro que será capaz de conseguirlo. A los alumnos que tienen toda la semana en verde tienen que tener su premio por su buen comportamiento (no todo tienen que ser consecuencias negativas) por eso una idea es dejarles elegir juegos divertidos para jugar en clase en alguna hora libre, por ejemplo. Además esta técnica también se puede emplear en casa para mejorar el comportamiento de los hijos.
