El pasado día 24 de enero, se celebró el Día Internacional de la Educación. Aprovechando este día, desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla – La Mancha, han querido recordar la importancia de llevar a cabo una buena educación postural desde temprana edad para evitar posibles dolencias de mayor.
En 2018 COFICAM puso en marcha el llamado “Pelotón Salud. Guardianes del Bienestar”, una iniciativa con la que se pretende generar buenos hábitos posturales entre los más pequeños. Los malos hábitos posturales en menores pueden derivar a la larga en una serie de problemas crónicos que afecten a su vida de adulto. Antes de los 15 años, el 51% de los niños y el 69% de las niñas ya han experimentado dolor de espalda en su vida. Con el paso del tiempo, estas dolencias pueden aumentar en la intensidad y extenderse a otras zonas del cuerpo.
No hay que olvidar, que los niños arrastran grandes pesos en sus mochilas, lo que puede llevar a generar alteraciones en su columna vertebral, llegando a ocasiones desviaciones laterales de raquis. Por suerte, si se actúa de forma rápida, es posible corregir estos malos hábitos posturales.
Por si era poco, la llegada en 2020 de la pandemia por la Covid-19 ha traído consigo un mayor uso de tabletas, ordenadores y móviles, con lo que proporcionalmente ha bajado la práctica deportiva en los niños y se ha incrementado el sedentarismo y la obesidad infantil. Por ello resulta más acuciante la necesidad de desconectar, salir a espacios abiertos y practicar diferentes actividades físicas, si bien de otra índole.
Consecuencias en la edad adulta
El dolor de espalda en niños tiene una relación directa con el dolor de espalda en adultos. La diferencia entre ambos es que, a una edad temprana, las desviaciones de columna son lesiones no estructuradas, y mediante la enseñanza de ejercicios correctores, se pueden paliar dichas lesiones de columna, que en muchos casos vienen producidas por malos hábitos posturales.
La práctica de deporte para evitar lesiones
La falta de actividad deportiva y la vida sedentaria es uno de los detonantes que producen molestias en la espalda de los niños. El deporte en edad escolar es esencial para prevenir problemas musculares, además de ayudar a adquirir hábitos de vida saludables y poder adquirir un mayor desarrollo personal.