Hoy te presentamos la biografía de Mariano José de Larra y Sánchez de Castro, gran exponente del movimiento literario romantico español. Nacido el 24 de marzo de 1809 en la ciudad de Madrid en donde murió el 13 de febrero de 1837. Tuvo Mariano José de Larra una variada e importante carrera como periodista, crítico satírico y literario, y escritor costumbrista. Hombre amante del trabajo logró trabajar con tal fervor que aunque su muerte ocurrió cuando tenía 27 años, legó una importante cantidad de su obra.
Solía publicar don Mariano José de Larra bajo los seudónimos de Fígaro,Duende, Bachiller y El pobrecito hablador. Su infancia transcurrió en alguna parte en el exilio debido a la calidad de afrancesado de su padre, un médico que marchó entonces con la familia a vivir a Burdeos y luego París. No volvería a ver su natal Madrid el autor, hasta 1818 cuando Fernando VII dio la amnistía al doctor de Larra. La familia se estableció en Madrid con comodidad, convertido el padre del escritor en médico personal del hermano del rey, y también recorrió la geografía de España con su familia en su calidad de médico.
En 1824 encontramos a De Larra estudiando en la Universidad de Valladolid, había empezado por entonces un romance con una mujer casada que después resultó ser amante también de su padre. Aunque no se presentó regularmente a clases, cuando hubo que sustentar los exámenes, aprobó todos sin problema. Para 1829 había vuelto ya a Madrid y publicaba sus primeros trabajos. En 1829 ya es un periodista respetado con algunos enfrentamientos con colegas y autoridades por sus convicciones políticas, se casa ese mismo año en lo que será un desastrado matrimonio que daría como resultado tres retoños, de los que uno solo intentaría seguir la tradición de su padre.
Larra fue un apasionado del trabajo, un romántico empedernido que imprimió a su obra, su gran talento en la prosa, eminente como articulista, fue comparado a Quevedo, Feijooo y Jovellanos, tanto es el talento que se desprende de su obra. Su famosa novela El Doncel de Don Enrique el Doliente, nos deja entrever al señor de Larra y sus preocupaciones, cuando se publica en 1834 vivía el autor momentos cruciales de un amor adúltero que solo le había causado dolor.
Ese año su amante Dolores Armijo le abandona, y él abandona su hogar, su segunda hija acababa de nacer. Los siguientes años emprende un viaje por Europa y su vuelta a España le sume en la desesperanza, la situación política le desagrada y su deseo de reconciliarse con Dolores de Armijo se ve frustrado por ella misma que le visita el 13 de febrero de 1837 para informarle su deseo de no verle más, a su marcha, él se suicida. Este último acto refleja el alma romántica de un Mariano José de Larra considerado un emblema del romanticismo español.
Imagen: Larra