La bibliofobia esa ansiedad y miedo a los libros en niños y adultos

bibliofobia

Quizá no te sea tan conocido el término bibliofobia, pero cada día cobra más interés en el entorno de las fobias. Porque este es un desorden de ansiedad que forma parte de las mismas. Y como ellas, provoca un miedo irracional en este caso a los libros. Y quizá hasta te parezca imposible o exagerado, teniendo en cuenta que asociamos el miedo a situaciones de peligro. Y quizá nunca a un inocente libro, que para muchos, es uno de los grandes placeres de la vida. Te contamos más sobre este trastorno de ansiedad.

Qué es la bibliofobia

Como hemos mencionado las fobias son miedos irracionales a algo o alguien, a situaciones, que provocan estados extremos de temor. Y la librofobia se considera una fobia, que como todas las que se conocen como tal, causan terror, malestar, a quien la padece. Es un miedo extremo a los libros y la lectura. Según los expertos, la misma puede devenir a temprana edad, y como resultado de un evento traumático para un niño. Que esté relacionado con la lectura y los libros.

Puede ser por ejemplo, que le sea imposible leer o que sufra de timidez y abordar la lectura en público, que suele ser usual en el entorno educativo, le cause temor. Una experiencia totalmente desagradable que le llevará a asociar la lectura y los libros con el miedo. Y que le paraliza y les hace rechazarlos y temerlos. Porque a la simple vista de estos, siente la ansiedad.

Así el niño temerá a los libros y la lectura y se verá inmerso en un estado de ansiedad constante si se le obliga a leer. Y esto puede ser la causa más común de desarrollar esta fobia, el obligar a un niño a leer, sin tener en cuenta si lo mismo le gusta. Y sobre todo, si tiene algún problema de aprendizaje o de otro origen que le dificulte disfrutar de leer. Tampoco se descarta el que podría ser un desorden de origen genético. Pero no se conoce todavía a profundidad las causas de esta fobia, que se origina en la infancia y la escuela.

Cómo reconocer la bibliofobia

Quizá los padres por inexperiencia y desconocimiento asocien la renuencia y miedo a leer de un niño con pereza o falta de interés.  Con lo que cometen un grave error, porque solo estarán empeorando un problema que puede de alguna manera solucionarse. Y es que la falta de gusto por la lectura o el estudio y el poco entusiasmo son diferentes a una fobia. En el caso de la bibliofobia los padres y maestros podrán comprobar que a la renuencia de leer se suman síntomas físicos que son claramente observables.

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Ante la obligación de leer o tener contacto con los libros, el niño podrá sentir la ansiedad extrema que esto le provoca. Se percibirán latidos acelerados del corazón. Sus manos y su cuerpo tiemblan y se concentra en evitar el contacto con el libro o libros. Puede que tenga dificultad para respirar, manifiesta malestar  y puede hiperventilar. Siendo una fobia, un miedo, puede sufrir mareos, vómitos y dolores de cabeza.  Y no faltará la sensación de opresión en el pecho.

Como enfrentar la bibliofobia

Como todo desorden de este tipo, la bibliofobia debe encararse enseguida y con ayuda especializada. Padres y maestros deben asumir una actitud conciliadora y de apoyo con el niño que sufre este tipo de fobia. Y deben claro está, buscar ayuda profesional para que esta pueda ser superada. Porque como todas las fobias pueden ser tratadas a tiempo. Y esta que se basa en un temor que puede devenir de otros problemas en el niño, puede ser tratada exitosamente.

Una de las maneras de tratar la bibliofobia es recurriendo a la  terapia cognitivo conductual. A través de la misma, se buscas corregir y modificar los  pensamientos o comportamientos que provocan malestar en el niño. Es importante aquí, destacar que no solo los niños pueden enfrentarse a esta fobia en la edad escolar. Algunos adultos pueden ante una situación desagradable desarrollar la misma.  Y el profesional debe recurrir a las técnicas de relajación o las técnicas de exposición para ayudar a superar la bibliofobia.

Exponer al niño o adulto que sufre de esta ansiedad a lo que le provoca la fobia, es una manera de ayudarle a superarla. De una manera gradual y con paciencia y comprensión, se logran grandes cambios a través de esta técnica. También se puede recurrir a la denominada Mindfulness o la Terapia de Aceptación y Compromiso. Cuando la fobia altera la vida cotidiana y parece más difícil de tratar con estos métodos, el profesional puede recurrir a algunos fármacos y trabajar con la psicoterapia.

Si odias leer, más allá de parecerte aburrido o que no te suponga gran interés, quizá debas pensar si padeces bibliofobia. Algunos adultos desarrollan estas fobias a partir de algunas situaciones estresantes. Quizá el no gustar de los libros durante toda tu vida, ha sido algo que no revestía gran interés. Pero debes tener en cuenta que podría tratarse de una fobia infantil que no ha sido tratada.  Y que tu ansiedad te ha causado un miedo irracional a algo que no supone temor alguno.

Imagen: Pixabay