Poesía – ¡Ay, la vaquita que ordeño!
Luz de la mañana y verde mansedumbre en todo el campo. Suelta va la vieja copla sobre los lentos rebaños. ¡Ay, la vaquita de ordeño, tan mansa, tan silenciosa! ¡Cómo lame al becerrito y cómo mueve la cola! Panzuda y con esos ojos claros que el cielo retratan, ¡ay, cómo todas las tardes vuelve del campo a la casa! ¡Ay,