El conflicto armado que tiene sumido en la violencia a Mali, ha afectado ya los sitios patrimonio de la humanidad Tombuctú y la Tumba de los Askia en Gao, mismos que cobran especial relevancia, por cuanto monumentos de gran valor histórico, su daño o extinción representa una enorme pérdida para el mundo presente y las futuras generaciones. La UNESCO se hace eco de la necesidad de proteger esos monumentos y espera rehabilitar y reconstruir lo que ha sido dañado hasta ahora, cuando la situación política permita trabajar en ello.
Mientras tanto, la entidad a través de su representante ha solicitado al mundo entero contribuir para reunir fondos para la protección y reconstrucción de los sitios patrimonio de la humanidad en Mali. Esto debido a que los mismos ya han sido dañados por los ataques destructivos y la ocupación de los grupos rebeldes, habiendo sido profanados nueve mausoleos en la mezquita de Djingareyber.
Basándose en lo que establece la Convención de la Haya de 1954, respecto de la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado, la UNESCO ha solicitado directamente a las autoridades de Malí y las francesas a teneer presente la Convención sobre la prohibición total de exponer los bienes a deterioro o destrucción. Así como ha indicado a dichas autoridades sobre el lugar donde se encuentran y las características de los sitios patrimonio de la humanidad para que se evite el daño a los mismos.
Mientras se logra reunir dinero para emprender la tarea de proteger el patrimonio cultural de Malí, la UNESCO ha asignado dinero del fondo de emergencia para proteger dichos bienes y ha recibido el apoyo de Noruega, Croacia y Mauricio en su lucha por concientizar a los involucrados en el conflicto armado sobre la importancia de preservar los monumentos de Malí. Son cuatro, los sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Imagen: Ciudad de Djene