Te hemos presentado en otros post, muchas encantadoras fábulas, con respecto de muchos interesantes aspectos de la vida cotidiana. Como bien sabes, las fábulas son pequeñas historias que nos retratan una situación y nos dan un consejo sobre la misma. Nuestra fabula de hoy, se centra en ello, un tema escabroso en las relaciones humanas, los celos. Y los celos no se limitan en las relaciones de pareja, porque todo mundo siente celos en mayor o menor medida.
Y cuando un ser humano como en esta fábula del asno y la perrita faldera, se deja llevar por lo que le inspiran los celos, terminará comprobando que los celos son algo que debemos preocuparnos por controlar, porque sino nos causarán mucho pesar, alejándonos de personas que nos son importantes y sobretodo nos hace reflexionar sobre algo muy importante, los celos jamás corresponden al sentimiento del amor sino más bien al del egoísmo.
Un granjero fue un día a sus establos a revisar sus bestias de carga: entre ellas se encontraba su asno favorito, el cual siempre estaba bien alimentado y era quien cargaba a su amo. Junto con el granjero venía tambien su perrita faldera, la cual bailaba a su alrededor, lamía su mano y saltaba alegremente lo mejor que podía. El granjero reviso su bolso y dio a su perrita un delicioso bocado, y se sento a dar ordenes a sus empleados. La perrita entonces saltó al regazo de su amo y se quedó ahí, parpadeando sus ojos mientras el amo le acariciaba sus orejas.
El asno celoso de ver aquello, se soltó y comenzó a pararse en dos patas tratando de imitar el baile de la perrita. El amo no podía aguantar la risa, y el asno arrimándose a él, puso sus patas sobre los hombros del granjero intentanto subirse a su regazo. Los empleados del granjero corrieron inmediatamente con palos y horcas, enseñandole al asno que las toscas actuaciones no son cosa de broma.