Ya les hemos contado algo sobre el llamado Síndrome de Asperger. El mismo afecta a los niños que debido a su especial interés por las matemáticas, la historia o la ciencia, podrían no parecernos que están sufriendo de un trastorno. Ese especial interés y talento en dichas áreas se convierte en una forma de vida cuando son adultos, eligiendo las mismas para desempeñarse profesionalmente.
Cuándo debemos preocuparnos como padres por el síndrome de Asperger,se estarán preguntando. Realmente este trastorno no es algo que podamos descubrir fácilmente como ocurriría con otros. Y sin embargo, cuando los niños tienen entre dos y siete años, algunos de los síntomas se hacen evidentes, así que como siempre recomendamos, los padres deben vigilar el desarrollo de sus hijos en todo momento.
Características del Síndrome de Asperger, el niño que padece este síndrome rehuye del contacto social, y por ello mismo , no muestra habilidades sociales y no disfruta como todos los niños a esa edad, de los deportes ni de interrelacionarse con otros niños ni intervenir en los juegos comúnes a su edad. Así que la soledad es un constante en el niño que sufre de Asperger, porque no disfruta de jugar con otros niños, porque no comprende que el juego implica tomar en cuenta algunas reglas y que se puede perder, lo que no tolera bien.
El niño se refugia en casa, e intentará de muchas maneras evitar ir a clases. En el colegio tendrá problemas de interrelación con sus compañeros y en todo ámbito le cuesta identificar sus sentimientos y los de los demás. Es emotivo en exceso, llorando fácilmente y presentando rabietas excesivamente. No comprende además las intenciones de los demás y carece totalmente de malicia, su franqueza es evidente de inmediato, aunque éste es un rasgo que corresponde a la infancia, en el niño con Asperger es algo que no cambia ni cuando se pretende enseñarle sobre la manera de manejarse en este aspecto.
Carece también de comprensión de la ironía, evade mirar a los ojos a aquellos con quien habla, le interesa poco la charla de los demás, y siempre tiene problemas para la comprensión de conversaciones largas. Suele manifestarse confuso ante el entorno que se aleja de lo que supone cómodo para él. En el lenguaje, usa un tono alto y peculiar para hablar y habla mucho. Suele hablar con un lenguaje pedante, y recurriendo a un variado vocabulario. No permite que los demás hablen y parece empeñado en hablar todo el tiempo.
Suele enfrentar problemas para comprender una pregunta compleja, aunque su memoria suele ser asombrosa de tal manera que puede recordar fechas y direcciones así como otros datos de manera sorprendente. Disfruta de las matemáticas y las ciencias en exceso lo que no ocurre tanto con los niños de su edad, y que tampoco aunque gusten de ellas se muestran cautivados por las mismas. Su inteligencia es evidente por cuanto aprende a leer antes que otros niños, es creativo, imaginativo aunque tiene un humor peculiar que puede alejarle de los demás, porque no sabe como hemos dicho manejarse en el trato con otros.
Suele ser repetitivo hasta en las tareas más ordinarias porque necesita tener el control, por ello es que disfruta de la rutina y los cambios sorpresivos alteran su ritmo de vida. Suele interesarse apasionadamente por algo y concentrar toda su atención y tiempo en ello. Carece de algunas habilidades que son habituales en los niños, porque tiene mala coordinación motriz, y no puede realizar pequeñas cosas como atrapar la pelota.
Aunque puede sorprendernos por su talento en las matemáticas por ejemplo, el niño que sufre de Aspergeer tiene temor a los sonidos como los de un electrodoméstico en uso, puede aterrarse ante el roce de la piel o la cabeza, insensibilidad a los niveles bajos del dolor, moverse o agitarse compulsivamente cuando se siente angustiado o excitado. Los tics o espamos, son frecuentes en un caso de Asperger. Tareas infantiles que resultan en alguna manera fácil de abordar, como hacer un lazo a los cordones de los zapatos, abrocharse los botones o vestirse puede ser una tarea muy difícil para los niños con Asperger.
Aunque los padres puedan ver alguno de estos síntomas, ello no debe confirmarle el diagnóstico de Asperger, éste solo puede saberse a través de pruebas realizadas por un profesional experto. Esta es una entrada informativa, el diagnóstico y el tratamiento de ésta y otras condiciones de salud, deben consultarse con un profesional de la medicina.
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