Me rasco la cabeza
me pinto la nariz
me tapo las orejas
y estornudo: «¡aaachís!».
Si cierro los ojitos
no veo adonde voy.
Si suelto un largo «¡uuuu!»
¡qué susto que os doy!
Mis pies son muy inquietos
y quieren retozar,
descansan un ratito,
se van a caminar.
Mis manos se pelean,
pero eso está muy mal.
mejor que se acaricien
y salgan a pasea