Orientaciones para reducir conductas agresivas (parte 2)

Hace unos días comenzamos explicando cómo se manifestaba la agresividad en los niños y algunas consideraciones generales. Ahora seguiremos comentando y explicando este problema.

¿Qué hacer en el aula ante un alumno/a con conductas agresivas?

Es necesario reducir el contacto del niño con los modelos agresivos. Por el contrario, conviene potenciar el contacto del niño con modelos de conducta no agresiva. Debemos mostrar al alumno/a otras vías para solucionar los conflictos: el razonamiento, el diálogo, el establecimiento de unas norma y, fundamentalmente, mantener la calma ante una provocación.

El principal objetivo es reducir las conductas agresivas y reforzar respuestas alternativas deseables. Para ello podemos recurrir a un programa de habilidades sociales y desarrollarlo en la clase con todo el grupo utilizando algunas estrategias con el alumno como por ejemplo:

  1. Contrato de contingencias: tiene como finalidad comprometer al niño en el proyecto de modificación de conducta. Es un escrito entre el profesor y alumno en el que se indican qué conductas deberá emitir el niño ante las próximas situaciones conflictivas y que percibirá por el adulto a cambio. Es necesario registrar a diario el nivel de comportamiento del niño.
  2. Extinción y refuerzo positivo: se trata de reforzar las conducatas asertivas con elogios y reconocimiento de los compañeros mediante: elogio, sonrisa, aprobación, miradas,…
  3. Técnica del aislamiento: el maestro/a de la clase aplica un avios al alumno/a que ha manifestado una conducata agresiva de manera inmediata a la aparición de esa conducta. Al aplicar este aviso o consigna debemos mostrar un tono de voz lo más objetivo posible, así evitaremos regañar o gritar al alumno/a y mantener una actitud de enojo. Acto seguido, un maestro/a colaborador/a llevará al alumno/a a otra aula sin establecer interacción social con él y con una actitud neutra. A lo sumo, si éste pregunta se le dará una explicación concreta, y sin carga emocional, del motivo del aislamiento.
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El tiempo de aplicación será de aproximadamente 5 minutos y nunca excederá de 15.

Llevaremos al alumno/a de nuevo a su aula siempre y cuando su comportamiento haya sido el adecuado. Nunca se liberará si el alumno/a continúa manifestando comportamientos inadecuados tipo gritos, amenazas, golpes,… Una vez en clase de nuevo, no juzgar lo sucedido.

Vía: «Revista Profe de Primaria nº6»

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