¿Te imaginas ir al trabajo cada mañana triste o deprimido? ¿O ir a la universidad sin ganas de aprender? ¿Cómo sería tu rendimiento diario? Seguramente tu respuesta sea acertada y sabrás que si estás mal o emocionalmente afligido será complicado que puedas desempeñar una buena labor en tu puesto de trabajo actual o en tus estudios. ¿Y si un niño está triste en la escuela o en casa? ¿Cómo crees que podrá adquirir nuevos aprendizajes en cualquier ámbito de la vida un niño que se siente mal emocionalmente?
La felicidad de los niños es imprescindible para que puedan adquirir nuevos aprendizajes porque un niño que esté sufriendo miedos o preocupaciones difícilmente podrá mantener una atención sostenida en sus nuevos aprendizajes. Es por eso que los niños necesitan desde pequeños una educación emocional en casa adecuada para que aprendan a manejar sus emociones y sobre todo a poder desenvolverse en situación de estrés o conflicto.
Los niños tienen vivencias que les hacen tener sentimientos negativos en su interior y son muchas las veces que los adultos no se dan cuenta y lo pasan por alto, un error demasiado común que debe erradicarse.
También puede ser que tu hijo sea muy feliz y entonces te felicito porque entonces apuesto que su educación también estará siendo la correcta y tendrá buenas notas en su educación.
Un niño feliz se caracteriza porque les gusta vivir el presente en su máximo potencial, saboreando cada instante y llevando las sensaciones al extremo. Se le ve y está contento, contento en casa, en el parque, en la escuela, con sus amigos o con sus primos…sonríe y se lo pasa bien.
Un niño feliz se concentra mejor, estudia más alegremente, no tiene miedos ni preocupaciones que nada tienen que ver con su edad. Y es que los niños deben ser felices para poder llegar a adultos eficaces.
Fotografía: pazdelmundo.es
