El dibujo y esta forma de expresión empezaron desde los inicios del ser humano mucho antes de la lectura o la escritura. Se utilizaba para contar historias, recordar acontecimientos o simplemente para representar el entorno. Esta expresión interna la tenemos todos desde bien pequeños y por este motivo se debe potenciar para que los pequeños de la casa puedan descubrir de forma innata este don que todos llevamos y es que no hace falta ser un artista y dibujar mejor que nadie para poder plasmar en papel lo que se lleva dentro.
En los niños empieza a desarrollarse a partir del año y medio y es a partir de esta edad cuando hay que empezar a darle al niño papel y ceras adaptadas a su edad para que pueda empezar a plasmar de forma innata con sus primeras rayas sobre papel toda su creatividad y emociones internas. A los niños de Educación Infantil por lo general les gusta mucho pintar y dibujar pero a medida que crecen esta forma de expresión tan preciada se va perdiendo por el camino y los niños dejan de dibujar.
Como padres, madres y profesores es esencial que los niños no pierdan el placer de dibujar y por este motivo se debe seguir potenciándolo mientras crece. ¿Por qué hacerlo? Porque el dibujo tiene muchos beneficios que no deben dejarse a un lado. A continuación te explicaré algunos de ellos.
Primero cabe destacar que dibujar entretiene y puede hacerse ne cualquier momento sin muchas herramientas especiales: lápiz, colores y papel. Además los niños expresan en el dibujo aquello que no expresan en palabras por lo que si se representa adecuadamente un dibujo infantil se podrán observar sus pensamientos y sentimientos ya que dibujan tal cual sienten y según cómo ven el mundo.
Cuando se dibuja se potencia en los niños pequeños se potencia la grafomotricidad y la mejora del trazo así como la coordinación motora y percepción visual y por supuesto, se trabaja mentalmente desarrollando la imaginación y la creatividad, tan importantes tanto en pequeños como en mayores.