¿Qué tiene de malo la endogamia universitaria?¿No es bueno que a medida que a un departamento se sumen nuevas generaciones sean los allí formados los que recojan el testigo? La respuesta categórica es NO.
No hay endogamia buena y endogamia mala, sino que es toda mala en cualquier caso. Tampoco hay incesto bueno y malo, aunque se pudiera argumentar que qué mejor matrimonio que ese, ya que al fin y al cabo comparten valores costumbres y genes”. Estas son las palabras con las que Gabriel Tortella, catedrático de la universidad de Alcalá, premio de Economía Rey Juan Carlos, comenzaba un debate sobre esta materia.
La endogamia, consiste en que la mayoría de los aspirantes locales de las propias universidades en las que se convoca el concurso, ganan las plazas de docente o investigador. En el 96% de los casos el profesor que ganó una plaza ya trabajaba en la universidad donde se colocó de forma indefinida. Esto esta lastrando la producción científica de los campus y de los centros públicos de investigación.
Los investigadores del CSIC tras hacer un seguimiento de su productividad científica a 1.300 profesores (antes y después del doctorado) por un periodo de, al menos, entre cinco y siete años desde que obtuvieron la plaza, concluyen que la productividad media de los docentes o investigadores endogámicos decae a medio plazo de forma muy significativa. Datos muchos mas negativos que los profesores no endogámicos o móviles y los que vuelven a su universidad tras estar fuera algún tiempo.
De hecho, el comité de expertos de ANECA, recomienda que se impida cualquier contratación por una universidad de un doctor propio, salvo que haya estado en el exterior por un periodo no inferior a tres años.
Pese a que los conflictos por casos de endogamia con denuncias o reclamaciones son mínimos, no más de un 2% de las convocatorias, no quiere decir que no existan, sino que únicamente nuestro sistema está tan acostumbrado a ellos que lo ven como normal. En muchas ocasiones, a la hora de convocar las nuevas plazas, se diseña a la medida de los currículos del personal local. Y casi siempre no queda suficientemente motivada la razón de establecer un perfil tan ajustado, no garantizando de este modo los principios de igualdad, mérito y capacidad.
Por tanto, la endogamia atenta contra el principio fundamental de la Universidad, en lugar de universalizarla la estamos convirtiendo en local.