Cursar un año académico en el extranjero te permite alcanzar una condición indispensable para el mercado profesional actual: hacerte bilingüe. Cuáles son los beneficios, en qué consiste la experiencia y cómo conseguir una beca para estudiar en destinos como Estados Unidos, Canadá, Irlanda e Inglaterra.
De las muchas motivaciones por las que una persona emprende un viaje, estudiar y adquirir un idioma son las más comunes entre los jóvenes, deseosos de vivir una experiencia inolvidable, conocer otro país y prepararse mejor para su futuro.
Sin embargo, tanto para los ellos como para sus padres o tutores, es común la incertidumbre, las dudas y los miedos, además de no contar con toda la información necesaria para realizar trámites, conseguir alojamientos, elegir centros educativos en el destino, etc.
Afortunadamente, existen agencias especializadas como Ieduex, que gestionan absolutamente todos los trámites, ofreciendo las alternativas y destinos disponibles, y asesorando a los interesados y ofreciéndoles la información para que tomen las decisiones más adecuadas.
“La Educación Internacional debe ser un valor esencial en el futuro de nuestros hijos para marcar la diferencia y alcanzar cualquier meta que se propongan en la vida real”, comienzan a explicar estos expertos en estudios en el exterior.
6 beneficios de estudiar en el extranjero
Hacerte bilingüe de una forma efectiva y agradable
“Hoy en día, la globalización ha llevado a que aprender idiomas sea un requisito indispensable para sobrevivir al contexto laboral y empresarial del mundo de actual”, comienzan a explicar desde iEduex. “El desarrollo profesional de los jóvenes siempre debería incluir el aprendizaje de uno o varios idiomas alternativos a su lengua nativa, y no hay mejor manera de aprenderlos que en el país de origen”, agregan.
Afrontar riesgos y retos
Una decisión tan importante, te permite evaluar situaciones de forma consciente y con las herramientas adecuadas, hacer frente al riesgo con confianza y asumir las posibles consecuencias: estas herramientas te servirán para toda la vida, sobre todo en un mercado laboral competitivo y desafiante.
Sacarle provecho al intercambio cultural
Según los especialistas en educación internacional, el intercambio cultural se trata de “un fenómeno no académico sino de enriquecimiento cultural y personal en un sentido amplio”, incluyendo “el conjunto de contactos con personas, lugares, objetos, situaciones, ideas y conductas propias de culturas que no son la nuestra”.
Al estudiar en el extranjero, se produce un contacto entre personas de diferentes culturas, lo cual puede ser enriquecedor para todas ellas. En un mundo tan interconectado como el actual, saber relacionarte y valorar otras culturas, es un valor fundamental.
Posibilidad de acceso a becas con pocos requisitos
Estudiar un año en un país extranjero puede significar una cifra importante a nivel de gastos. En las agencias como iEduex, gestionan ayudas económicas para afrontar este esfuerzo económico.
Por poner un ejemplo, en dicha agencia se conceden 150 becas a los estudiantes que opten por realizar su programa de estudios internacionales en Estados Unidos. Los requisitos son mínimos: Tener entre 15 y 18 años y medio en el momento de realizar el programa, haber cursado en el país de origen menos de 11 años de educación primaria o secundaria, no haber participado anteriormente en los programas J1 o F1 de Estados Unidos y, por supuesto, realizar un curso académico completo (9-10 meses) en una de las instituciones de enseñanza secundaria que forman parte del programa.
Mayor motivación escolar
De acuerdo al informe “International Students’ Motivation and Learning Approach: A Comparison with Local Students”, en el que los científicos del Instituto Nacional de Singapur comparan la motivación en 254 estudiantes internacional con respecto a 144 estudiantes locales, se percibe que “los estudiantes internacionales tienen un mayor nivel de autodeterminación y motivación, utilizando un enfoque de aprendizaje profundo y superficial de manera más extensa que los estudiantes locales”.
Posibilidad de alojarte en familia
Aunque en algunos programas existen otro tipo de alojamientos, lo más habitual es que el estudiante se hospede con una “host family”, tanto por el punto de vista económico como de contención afectiva.
“Aquel que viene a estudiar inglés en el extranjero termina por convertirse en un miembro más de la familia, en el sentido de compartir la vida cotidiana y otras actividades de la familia de acogida”, explican desde iEduex y aclaran que “en muchos casos el alojamiento en familia encaja en un modelo de intercambio de estudiantes, de economía colaborativa o de turismo de inmersión, pero no en este caso. En nuestras estancias el servicio de homestay, que es como también se llama, está incluido dentro del programa de estudios que hayamos elegido”.
Creación de redes y vínculos sociales y afectivos
Durante estas experiencias, podrás ganar amistades y contactos que perduran de por vida. Muchas veces los estudiantes quedan en contacto con un buen número de personas en el extranjero, lo que fomenta nuevos viajes, nuevos intercambios y grandes oportunidades.
Principales destinos para estudiar en el extranjero
Los estudiantes combinan su tiempo libre y su tiempo de estudio, aprovechando todo lo que el destino ofrece. En el caso de Inglaterra, por ejemplo, se mueve en sus complejos estudiantiles, ultramodernos bloques de apartamentos que se ubican en las afueras de la ciudad; en Estados Unidos, la vida cotidiana de los jóvenes estudiantes gira en torno a la residencia.
Canadá e Irlanda son otros dos destinos muy solicitados. El primero, es un país moderno, seguro y con un excelente y probado sistema educativo. Un año escolar en Irlanda es un programa muy fácil de gestionar y un destino muy seguro para la primera experiencia del alumno realizando un curso escolar en el extranjero.
En definitiva, todos los destinos aportan una experiencia de vida inigualable y la posibilidad de hacerte bilingüe asistiendo a centros educativos de primera calidad.