El creciente uso de la tecnología por parte de los niños ha hecho que la ciberseguridad infantil se convierta en una preocupación creciente para los padres. Si bien los dispositivos electrónicos ofrecen un amplio rango de recursos para la educación y el entretenimiento de los más jóvenes, también plantean una serie de riesgos que inquietan a los padres y madres.
Según un estudio de Avast, líder en el ámbito de la seguridad digital y perteneciente al grupo Gen™, más del 60% de los menores españoles utiliza Internet de manera autónoma, ya sea para estudiar o para actividades recreativas. La edad promedio en la que comienzan a navegar es de 10-11 años, y aproximadamente el 57% de estos jóvenes pasa de una a tres horas al día frente a la pantalla.
En este escenario, alrededor del 80% de los padres dice haber dialogado con sus hijos acerca de los peligros y beneficios de Internet, y cómo usarla de manera segura. Estas conversaciones generalmente tienen lugar cuando el niño alcanza los 9 años de edad. No obstante, solo dos tercios de los padres se sienten seguros de su propio nivel de conocimiento en ciberseguridad para poder proteger adecuadamente a sus hijos. Esto sugiere que el nivel de preparación de los menores en cuestiones de seguridad online podría ser insuficiente.
Sin embargo, la educación online no es una tarea exclusiva de los padres y madres, sino que los centros escolares desarrollan diferentes programas vinculados con la ciberseguridad para enseñar a los más pequeños a conservan su bienestar en línea. Sin embargo, un 42% de los padres consideran que el colegio no está haciendo lo suficiente para educar y proteger a los niños de las amenazas online.
Entre los riesgos online que más preocupan a los progenitores se encuentran:
- Entablar amistad con alguien que intente estafarle o manipularle (por ejemplo, grooming): 36%
- Exposición a contenidos inapropiados: 35%.
- Ciberacoso: 34%
- Adicción a Internet y a las redes sociales: 30%
“El comportamiento online de los más pequeños es una cuestión crítica para muchos padres y madres. Muchas veces lo que hacen nuestros hijos en línea se escapa de nuestro control y es normal que genere preocupación. Concretamente, las redes sociales son una de las principales fuentes de intranquilidad para los padres. Un 81% de los progenitores se muestra preocupado porque sus hijos publiquen en las redes sociales contenidos que puedan afectarles después en su vida adulta” señala Luis Corrons, Security Evangelist de Avast, quien añade que “también el robo de identidad inquieta a los padres ya que el 83% muestra preocupación porque sus hijos compartan información personal que pueda exponerles a este riesgo”.
Y es que los estafadores pueden utilizar cualquier información personal para hacer más legítimas sus estafas. Por ejemplo, si conocen el nombre del profesor o del colegio de sus hijos, pueden personalizar un mensaje de phishing con estos datos para parecer más convincentes.
Consejos vendo y para mí no tengo
Las conclusiones anteriores contrastan con el comportamiento de algunos padres a la hora de compartir información en Internet sobre sus hijos e hijas. Concretamente, un 46% de los progenitores españoles encuestados afirman haber publicado fotos de sus hijos en sus redes sociales, siendo la media de fotos publicadas de 25,29 por progenitor. Ahora bien, un 88% utiliza la configuración de privacidad para limitar quién puede ver las publicaciones que hacen de sus hijos. Son Facebook e Instagram las plataformas más populares para compartir fotos de los hijos, con un promedio total del 48% y 54% respectivamente.
“Publicar información personal identificable (IPI) de sus hijos en las redes sociales puede abrir una caja de Pandora de amenazas digitales y físicas. Los ciberdelincuentes pueden utilizar esta información para intentar robar la identidad de su hijo. De hecho, los estafadores también pueden identificar fácilmente a un niño buscando su nombre completo o una imagen inversa de una foto de su cara compartida en Internet” señala Luis Corrons, motivo por el que hay que “evitar compartir datos personales de los más pequeños y evitar exponer su vida en línea”.
Medidas para salvaguardar la integridad, privacidad y seguridad de los pequeños online
- La comunicación es fundamental: debes hablar con tu hijo/a sobre los ajustes de privacidad en aplicaciones y plataformas como redes sociales. Recomendamos establecer estas configuraciones para que los perfiles permanezcan en privado y no abiertos al público.
- Familiariza a tu hijo/a con las amenazas como el phishing. Enseñar a los niños a detectar correos electrónicos, mensajes de texto o sitios web sospechosos de phishing puede evitar que sean víctimas de estafas y actividades maliciosas en línea.
- Establece junto a tu hijo/a contraseñas de seguridad para sus sesiones y explícale que es importante mantenerlas ocultas de terceros, así como tener una diferente en cada cuenta, de lo contrario, al vulnerar una se comprometen todas y con ellas los datos personales.
- Instala un software de seguridad fiable, mantenlo actualizado y utiliza contraseñas seguras y únicas para reducir significativamente el riesgo de ciberamenazas. Además, habilita la autenticación de dos factores ya que proporciona una capa adicional de protección que garantiza que sólo los usuarios autorizados puedan acceder a la información confidencial.
- Explícale que en internet muchos no son quienes dicen ser, así que es importante que no acepten a extraños ni hagan clic en todo lo que se aparezca en internet. Hazle saber que estás para ellos y que pueden preguntarte cuando no estén seguros, algo les incomode o no les parezca normal.