Realizar la etapa universitaria lejos de casa implica una serie de decisiones y el lugar donde alojarse es una de las más importantes. Frente al tradicional piso de alquiler, la residencia se posiciona como una alternativa viable para el estudiante, que encuentra en ella muchas ventajas que mejoran notablemente la experiencia durante esta fase tan bonita en la vida de una persona. La tradición de las residencias universitarias es muy alargada en España y muchos centros de estas características, como la residencia universitaria micampus Santander, siguen una idea que se ha ido perfeccionando con el paso de los años.
Estudiar fuera de casa aporta muchos beneficios para la persona. Es el momento de dar el paso al frente, independizarse y buscar el desarrollo personal lejos del amparo de los padres. Una decisión relativamente fácil de tomar y que, con el paso de las semanas, se desarrolla con muy buenos resultados.
La comodidad es uno de los principales beneficios de vivir en una residencia. El estudiante tiene a su disposición todos los servicios que necesita para disfrutar de una estancia agradable y cómoda, por lo que todos sus esfuerzos se centran en el rendimiento académico y social. El pago es único, por lo que no hay que preocuparse por gastos de electricidad, agua o conexión a Internet, aspectos que sí que se tienen en cuenta con todo tipo de detalles en un piso de estudiantes. Algunos centros ofrecen, incluso, el servicio de comidas, lo que supone un importante ahorro de tiempo para el alumno.
La modernización ha definido las actuaciones que las empresas privadas y las universidades han desarrollado en este tipo de espacios. La oferta es inmejorable, con un mobiliario de calidad que garantiza las mejores condiciones para todas las acciones que requiere el día a día: dormir, estudiar, guardar la ropa, cocinar, etc.
Centrarse en los estudios
Esta comodidad se traduce en que el estudiante tiene tiempo para centrarse únicamente en los estudios. Mientras que un piso implica una serie de obligaciones que pueden afectar al rendimiento académico, en una residencia estas condiciones se superan. Las residencias, además, están ubicadas en posiciones estratégicas, muy cerca del campus universitario. Para estudiar en Santander, es la mejor opción. Las zonas universitarias disponen, por regla general, de poca oferta inmobiliaria y la que está disponible alcanza precios desorbitados. Esto obliga a los jóvenes que prefieran un piso a alejarse, por lo que el tiempo invertido cada día en ir a la Universidad es mucho mayor. El tiempo es oro, especialmente en las ciudades grandes, y perderlo en el transporte no es nada gratificante.
Socialización, un punto inigualable
Otra de las ventajas de vivir la etapa universitaria fuera de casa y en una residencia se encuentra en el alto nivel de socialización. El estudiante comparte habitación con hasta tres compañeros, y tiene al otro lado de la puerta a decenas (incluso cientos) de otros estudiantes con los que comparte el día a día. Es una vivencia única, para jóvenes que acaban de entrar en la mayoría de edad. Es un periodo muy importante para una persona, tanto a nivel formativo como social, y compartirlo con compañeros que comparten intereses y objetivos, dentro del mismo grupo generacional, describe el mejor escenario posible. Durante estos años se forjan amistades que se mantienen durante toda una vida.
Las residencias acogen estudiantes de muchos lugares de España, así como de otros países; por lo que la riqueza cultural que los residentes obtienen tiene un valor incalculable. Conocer en primera persona y de forma muy estrecha las costumbres de personas nacidas a cientos o miles de kilómetros de distancia es una condición muy positiva. En un piso, en cambio, esta relación se limita a un máximo de cuatro personas, por lo que resulta mucho más complicado conocer otras culturas y jóvenes de países diferentes.
Eventos y deportes
La socialización también llega por medio de las diferentes actividades sociales y deportivas que se organizan en residencias y que no están al alcance de los estudiantes que se decantan por un piso de alquiler. Estos centros suelen organizar eventos de índole académica o lúdica, que fomentan el compañerismo y el disfrute de los alumnos, así como partidos y competiciones en diferentes deportes. Las fiestas universitarias no son tabú y merece la pena decir que las mejores suelen organizarse en las residencias. Con sentido común, se dibujan fotografías que son recordadas con mucha gratitud muchos años después.
Currículum
¿Por qué no ponerlo en el Currículum? Las empresas valoran cada vez más todos los aspectos sociales y culturales del candidato; y decir que has vivido en una residencia universitaria es un punto a favor en este sentido. En cualquier caso, la experiencia personal es insuperable y el alumno consigue unas habilidades comunicativas y sociales muy desarrolladas, que le permitirán potenciar sus posibilidades de cara a sus primeros contactos con el mercado laboral.