Las primeras palabras del bebé
Aunque no nos demos cuenta los bebés antes de los 6 meses comienzan a balbucear sus primeros sonidos (sonrisas, gestos, llantos,balbuceos…) A medida que se le va estimulando comenzará a comunicarse a través de las palabras; por lo que es muy importante que, los padres, como principales estimuladores estén constantemente hablando al bebé para que siente la necesidad y deseo de comunicarse con los demás. Poco a poco su lenguaje se irá haciendo más fluido.
Es verdad que algunos pediatras afirman que cuanta más estimulación reciba antes hablará pero defienden que cada niño tiene un proceso madurativo diferente y cada uno hablará cuando se sienta capacitado para hacerlo.
Se debe tener en cuenta que el primer lenguaje que podemos observar en ellos es por imitación, imitan los movimientos y los sonidos que hacen sus padres cuando articulan las palabras. Para evitar las dificultades del aprendizaje del lenguaje, se debe tener en cuenta una serie de aspectos desde la más temprana edad:
– Ejercitar los movimientos de los órganos que intervienen en la fonación, desde la succión, deglución, masticación, absorción, soplo, etc. Se puede utilizar recursos como: hacer morritos (de frente, a derecha, a izquierda); mandar besos; soplar con pajitas en agua, pitos, molinillos, matasuegras, flautas; inflar globos; hacer gárgaras; jugar con expresiones faciales (risa, susto, llanto, sorpresa…); hacer sonar una campanilla o cualquier instrumento sonoro y que el niño lo busque. Imitará los movimientos ejecutados muy lentamente, e irá tomando conciencia de los órganos que está entrenando.
– Se debe empezar utilizando palabras cortas, de 1 ó 2 sílabas, como «ven», «toma»,… a ser posiblelas mismas, de una manera clara y exagerando la entonación, e ir aumentando el número de palabras para aumentar su vocabulario.
– Después la utilización de las frases., deben ser cortas, sencillas, y asociadas a las acciones como por ejemplo, «mamá cambia al bebé», «bebé toma leche», etc.
– A partir de los 2 ó 3 años, los niños ya podrán aprender versos, canciones, y cuentos muy cortitos. Las adivinanzas, los trabalenguas, y las canciones de cuna y de corro, pueden ayudarles a potenciar el lenguaje y la memoria.
– Hablarle el mayor tiempo posible aprovechando cualquier circunstancia cotidiana como: visitas al parque, al zoo, al supermercado, a la piscina y así se estimula la expresión espontánea del lenguaje.
– Utilizar preguntas donde deban elaborar respuestas, es decir, que no respondan sí o no.
– Darle la oportunidad de hablar, respetando su ritmo, su esfuerzo, y animándole con premios y elogios. Si el niño se equivoca, no criticarle.
– No estimular la actitud gestual por parte del niño. Anímale a pedir verbalmente lo que desee.
Vía: guía infantil