En enero vende abrigos el tendero.
En febrero busca la sombra el perro.
En marzo “marcillo”, viento, sol y “granicillos”.
En abril saca el paraguas que la lluvia va a venir.
Mayo es el mes de las flores y cantan los ruiseñores.
En junio llegan a casa las famosas calabazas.
En julio las vacaciones.
En agosto hay que salir a la playa o el jardín.
En septiembre a vendimiar y a comer uvas con pan.
Octubre ¡que mes más raro!, ni es invierno ni es verano.
En noviembre llega el frío y hay que ponerse el abrigo.
Diciembre es un mes alegre, pues nace el Niño Jesús en medio de frío y nieve.