Días anteriores se pudo leer la explicación de la metodología de los rincones y lo útil que es seguirla a partir de Educación Infantil. Hoy vamos a desarrollar más información acerca de este método de trabajo.
¿Qué tipo de actividades debe sugerirse?
Como una de las características del uso del rincón es la autonomía, conviene poner actividades que no supongan explicaciones adicionales y, al mismo tiempo, lo suficientemente claras como para que se puedan afrontar sin la ayuda del adulto.
Con estos criterios globales debemos procurar:
- Alegir actividades que sean motivadoras, poco largas y cuya realización pueda ser un éxito.
- Enunciar las actividades con lenguaje claro y preciso.
- Organizar un sistema de movimiento, dentro de la libertad de elección, sencillo y bien claro de manera que no se produzcan conflictos.
- Ir cambiando las actividades cada determinado tiempo o en función de los centros de interés que se estén manejando en la clase.
- Plantear actividades que, sin parecerlo, completen aspectos curriculares y formativos.
- Formular actividades con diferentes grados de dificultad.
- Expresar actividades individuales y de pequeños grupos.
- Proponer actividades que no perturben ni la marcha ni el ambiente de trabajo.
Posibles rincones de trabajo invidual o colectivo
- Rincón de dibujo.
- Rincón de lectura.
- Rincón de escritura.
- Rincón de matemáticas.
- Rincón de informática.
- Rincón de inglés.
- Rincón solidario.
El valor educativo de este tipo de organización
Si nos detenemos a reflexionar sobre este punto, yo diría que hay muchos objetivos educativos que se manejan. A mi juicio se desarrollan capacidades como:
- La autonomía.
- La capacidad de decisión y elección.
- El estímulo personal sin entrar en competencia con otros.
- El respeto al trabajo de los demás.
- El respeto al espacio que se comparte.
- La satisfacción por la producción propia sin la intervención del adulto.
- La colaboración.
- La capacidad para trabajar en grupo.
- El orden.
¿Qué permite a los tutores?
- Dedicar algo más a aquellos que necesitan más apoyo, atención más directa, más explicaciones.
- Mantenerel ritmo individual y colectivo.
- Atender a la diversidad.
- Trabajar la lectura individual.
- Realizar actividades menos rutinarias.
- Avanzar de igual manera en los libros.
- Mantener el orden en la clase.
Vía: Revista «Maestra de Primaria nº 48»