Los beneficios de las adivinanzas en el desarrollo infantil

adivinanza corta

Son muchos los juegos que podemos practicar en familia con los más pequeños de la casa, un tiempo que permite desarrollar el vínculo entre los padres y los hijos pero también para poder desarrollar distintas habilidades. Un buen ejemplo lo encontramos en las adivinanzas, un texto tradicional y encantador que posee un atractivo particular para los más pequeños. El motivo de este atractivo lo podemos encontrar en sus sonidos, sus rimas o sus toques de humor, pero sobre todo, por el factor sorpresa que supone tener que adivinar el resultado de la misma.

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Beneficios del uso de las adivinanzas cortas en el desarrollo de los niños

En la etapa infantil, la curiosidad es una de las principales cualidades innatas, y las adivinanzas ayudan a su desarrollo y a ponerla en práctica. Cuando decimos una adivinanza a un niño, este tiene la necesidad de descubrir su respuesta, ya sea por su propio esfuerzo o bien con algo de ayuda. Ahora bien, ¿conocéis cuáles son sus principales beneficios? Veamos a continuación los más importantes.

Mejora de la concentración

Cuando se juega a las adivinanzas con los niños, estos tienden a poner toda su atención en cada una de las palabras que se dice para asimilarlo y de esta forma adivinar la respuesta lo antes posible. Debido a esto, el uso de las adivinanzas les permitirá conseguir una mejor concentración.

Potenciación de la memoria

En el juego de las adivinanzas, los niños deben memorizar el enunciado de la adivinanza para poder dar con la respuesta. Esto ayuda a que los más pequeños puedan interiorizar enunciados que luego compartirán con otros niños.

Aprenden a ser pacientes

La paciencia no es precisamente una de las características principales de los niños, pero al jugar a las adivinanzas, deberán ir aprendiendo poco a poco a serlo. Aprenderán a comprender el enunciado y analizarlo para dar con la respuesta.

Desarrollo intelectual y crítico

Como ya hemos comentado en puntos anteriores, los niños deben escuchar con atención los enunciados de las adivinanzas, comprenderlas y asociar ideas para dar con la respuesta, a la vez que descartan las que no son válidas.

Aprendizaje de nuevas palabras

En muchos casos, en las adivinanzas se utilizan palabras pueden ser desconocidas para los más pequeños. De esta forma, este juego les permite enriquecer su vocabulario.

Socialización

Las adivinanzas permiten a los niños interactuar con otros niños, ya sea compartiendo adivinanzas, buscando la respuesta a algún enigma planteado o debatiendo por las posibles soluciones. Gracias a esto aprenden a escuchar y ser escuchados, relacionarse y entablar nuevas amistades.

Fomento de la creatividad

La creatividad es otra de las cualidades que se ven beneficiadas con el uso de las adivinanzas, ya que los niños se pueden animar a crear las suyas propias que luego compartir con sus amigos.

Motivación de los niños

Proponer un reto e invitar a que los más pequeños lo solucionen siempre supone una motivación para que saquen lo mejor de ellos mismos y den con la respuesta.

Trabajar el lenguaje oral

Al aprender nuevas adivinanzas y posteriormente compartirlas con sus amigos, los niños desarrollan su lenguaje oral, ya que de esta forma comparten esa información que han adquirido al escuchar a sus padres, abuelos u otros amigos.

beneficios de las adivinanzas

Adivinanzas cortas para jugar con los más pequeños de la casa

Hoy en día podemos encontrar innumerables adivinanzas cortas pensadas para los más pequeños de la casa. Hay muchos libros publicados con cientos de adivinanzas, aunque también es posible encontrarnos muchas si hacemos una búsqueda en la red. Es el caso de las siguientes adivinanzas que nos hemos encontrado en el portal Etapa Infantil y que ahora compartimos con todos vosotros.

  1. Tengo agujas pero no sé coser, tengo números pero no sé leer, las horas te doy, ¿Sabes quién soy?
    Respuesta: El reloj.
  2. Blanca por dentro, verde por fuera. Si no sabes, espera. ¿Qué es?
    Respuesta: La pera.
  3. Antes huevecito, después capullito y más tarde volaré como un pajarito. ¿Sabes quién soy?
    Respuesta: La mariposa.
  4. Soy bonito por delante y algo feo por detrás, me transformo a cada instante ya que imito a los demás. ¿Sabes quién soy?
    Respuesta: El espejo.
  5. Oro parece, plata no es. Abran las cortinas y verán lo que es.
    Respuesta: El plátano.
  6. Sal al campo por las noches si me quieres conocer, soy señor de grandes ojos, cara seria y gran saber. ¿Quién soy?
    Respuesta: El búho.
  7. Cabeza de hierro, cuerpo de madera, si te piso un dedo, ¡menudo grito pegas! ¿Qué es?
    Respuesta: El martillo.
  8. Canto en la orilla, vivo en el agua, no soy pescado y tampoco cigarra.
    Respuesta: La rana.
  9. Me llegan las cartas y no sé leer y, aunque me las trago, no mancho el papel. ¿Qué es?
    Respuesta: El buzón.
  10. En tus manos limpio, en tus ventanas sucio. Si sucio, me ponen limpio, y si limpio, me ponen sucio. ¿Qué es?
    Respuesta: El pañuelo.
  11. ¿Qué cosa es? ¿Qué cosa es? Que corre mucho y no tiene pies.
    Respuesta: El viento.
  12. Te la digo, te la digo, te la vuelvo a repetir, te la digo veinte veces y no me la sabes decir. ¿Qué es?
    Respuesta: La tela.
  13. Si soy joven, joven quedo. Si soy viejo, viejo quedo. Tengo boca y no te hablo. Tengo ojos y no te veo. ¿Quién soy?
    Respuesta: El retrato.
  14. Soy ave y soy llana, pero no tengo pico ni alas. ¿Sabes quién soy?
    Respuesta: La avellana.
  15. Blanco es, la gallina lo pone, con aceite de fríe y con pan se come. ¿Qué cosa es?
    Respuesta: El huevo.
  16. Todos me quieren para descansar. ¡Si ya te lo he dicho! No lo pienses más.
    Respuesta: La silla.
  17. Te la digo y no me entiendes, te la repito y no me comprendes.
    Respuesta: La tela.
  18. Todos pasan por mí, pero yo nunca paso por nadie. Todos preguntan por mí, pero yo nunca pregunto por nadie. ¿Qué es?
    Respuesta: La calle.
  19. Alta como un palo, cabeza arriba y solo come hojas que están encima. ¿Qué es?
    Respuesta: La jirafa.
  20. Y lo es, y lo es, y no me lo adivinas ni en un mes. ¿Qué es?
    Respuesta: El hilo.
  21. Mi picadura es dañina, mi cuerpo insignificante, pero el néctar que yo doy, os lo coméis al instante. ¿Qué es?
    Respuesta: La abeja.
  22. Es pequeña como una pera, pero alumbra la casa entera. ¿Qué es?
    Respuesta: La bombilla.
  23. Nace en el mar, muere en el río. Ese es mi nombre, ¡pues vaya qué lío!
    Respuesta: Mario.
  24. Tiene dientes y no come, tiene cabeza y no es hombre. ¿Qué es?
    Respuesta: El ajo.
  25. Desde el lunes hasta el viernes soy la última en llegar, el sábado soy la primera y el domingo a descansar. ¿Quién soy?
    Respuesta: La letra S.

Estos son solo algunos ejemplos porque nos podemos encontrar muchas más.

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A lo largo de nuestra publicación hemos visto los muchos beneficios que ofrecen las adivinanzas cortas en el desarrollo de los más pequeños. Sin duda, un juego divertido con el que pasar un tiempo muy agradable en compañía de los hijos.

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