La aclamada escritora de fantasía Laura Gallego vuelve a conquistar las estanterías con Cuatro Lunas, la primera entrega de una nueva tetralogía dirigida a lectores a partir de los 10 años. Publicada por SM, esta nueva obra abre las puertas a un universo repleto de criaturas extraordinarias, misterios ocultos y una aventura épica que promete fascinar tanto a sus fieles seguidores como a una nueva generación de jóvenes lectores.
Convertida en una de las autoras más influyentes de la literatura juvenil en español, Laura Gallego ha tocado la vida de millones de lectores en más de 19 países, con más de diez millones de ejemplares vendidos y traducciones a 15 idiomas. Su carrera despegó con fuerza tras alzarse en dos ocasiones con el Premio SM El Barco de Vapor, gracias a Finis Mundi y La leyenda del Rey Errante. Poco después, consolidó su nombre dentro del género con El Valle de los Lobos.
Sin embargo, fue en 2004 cuando Laura Gallego marcó un antes y un después con la publicación de Memorias de Idhún, una trilogía que redefinió la literatura fantástica juvenil en España y que, dos décadas después, sigue siendo un fenómeno de culto.
En Cuatro Lunas, Gallego vuelve a demostrar su maestría narrativa, esta vez acompañada por la ilustración de cubierta de Anna Franquesa.
No confíes en las leyendas. Descubre la verdad
El primer volumen de Cuatro Lunas ha salido a la venta en abril y da comienzo a una tetralogía repleta de misterios, pasiones y lucha por la supervivencia en un mundo mágico. La historia sigue a Milo, un joven cabrero que lleva una vida tranquila entre montañas, prados y cabras… hasta que día ve un dragón que sobrevuela el Pico Brumoso. Con ello, las antiguas leyendas de su aldea cobran vida y lo empujan a embarcarse en una aventura que cambiará su destino.
Acompañado por Nivalan, una mujer enigmática que oculta más de lo que aparenta, Milo se adentra en un viaje contrarreloj por tierras lejanas y mágicas, donde se encontrará con aliados insospechados, enemigos implacables, traiciones, reencuentros… y la posibilidad de hallar un tesoro perdido y salvar a una amiga desaparecida.
“Una enorme criatura aterrizó frente a ellos, haciendo temblar el suelo con su peso. Su piel grisácea estaba cubierta de escamas con un lustre metálico. El cuello, adornado con una crin de espinas, acababa en una larga cabeza de reptil coronada por un par de cuernos. Cuando desplegó las alas, su silueta pareció cubrirlo todo.
La bestia fijó en ellos la mirada de sus ojos de reptil, y Doria ahogó un grito. Milo saltó hacia delante de forma instintiva, interponiéndose entre la chica y el dragón, pero ella le aferró la mano y tiró de él hacia atrás. Antes de que se dieran cuenta, los dos corrían ladera abajo con todas sus fuerzas. Tras ellos, el sonido de las inmensas alas membranosas de la bestia los perseguía”.