Durante mucho tiempo, las formas tradicionales de acercarse a la historia —como los libros, los documentales o las visitas con guía— fueron las más utilizadas para aprender sobre el pasado. Hoy, sin embargo, ese panorama está evolucionando rápidamente gracias a la realidad virtual. Esta tecnología está revolucionando la manera en que experimentamos la historia, permitiendo al público «vivirla» desde dentro. Museos, centros educativos y empresas están incorporando entornos virtuales inmersivos que transportan al usuario a otras épocas con un nivel de detalle y realismo antes impensable.
La respuesta del público ha sido muy positiva, y el interés por este tipo de experiencias no ha dejado de aumentar. Tanto es así que, según datos de la empresa Telecoming, el sector de la realidad virtual en España alcanzó en 2023 una facturación de 102 millones de euros. Las previsiones apuntan a que, para 2025, esa cifra podría más que duplicarse y superar los 230 millones.
Este acelerado crecimiento evidencia el enorme potencial de la realidad virtual como una herramienta versátil que va mucho más allá del entretenimiento, posicionándose como un recurso valioso también en los ámbitos cultural y educativo.
La nueva forma de narrar la historia: más emocional, inmersiva y participativa
El sonido envolvente, los entornos 360º y las reconstrucciones históricas tan fieles a la realidad hacen que el espectador conozca mejor el contexto de lo que sucedió y genere una conexión más profunda con lo que está viviendo a través de las gafas.
Ya no se trata de observar lo que ocurrió en el pasado, sino de adentrar al usuario en la escena para que pueda participar e incluso sentir. Así lo asegura Antoine Lieutaud, Director General de Eclipso, la empresa líder en RV: “Esta tecnología permite sumergirse e interactuar en un entorno virtual, donde el cliente deja de ser espectador para convertirse en protagonista”.
Esta tecnología atrae a un público muy amplio que va desde familias que disfrutan de una actividad conjunta, divertida y educativa, especialmente para los más pequeños, hasta grupos de amigos que buscan experiencias originales. También es una opción muy útil para personas mayores o con movilidad reducida, ya que les permite “viajar” sin salir de su ciudad.
Y no solo eso, sino que cada vez más empresas optan por este tipo de experiencias para organizar eventos, actividades de team building o presentaciones corporativas.
La vida a bordo del Titanic, el transatlántico más famoso del mundo
En este sentido, Eclipso, ha presentado en Sevilla “Titanic, Ecos del Pasado”. Se trata de una experiencia inmersiva de realidad virtual que recrea tanto la vida a bordo como los restos sumergidos del Titanic, el transatlántico que naufragó el 14 de abril de 1912 en su viaje inaugural.
En la exposición, los asistentes pueden revivir el descenso desde la superficie hasta los 3.800 metros de profundidad en el océano Atlántico y escenas cotidianas a bordo, inspiradas en las imágenes captadas por el cinematógrafo oficial William Harbeck. El recorrido continúa por la cubierta, con vistas al océano durante el atardecer, y lleva a los visitantes a través de la gran escalinata hasta la noche del famoso baile de gala. La aventura acaba en la cabina del capitán, donde los asistentes presencian el fatídico choque contra el iceberg.
La experiencia se ha desarrollado durante más de dos años, con la participación de un equipo de diseñadores, actores y guionistas especializados en narrativa inmersiva. La fase de investigación incluyó el estudio de archivos oficiales de la Cité de la Mer y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EE. UU., con el objetivo de reproducir fielmente cada detalle del Titanic. La producción ha contado con una banda sonora original y tecnología 3D de última generación.