Un reciente estudio de la Universidad Curtin ha puesto en tela de juicio la percepción generalizada de que el uso intensivo de redes sociales tiene un impacto significativo en la salud mental. La investigación, publicada en Social Science & Medicine, ha concluido que la cantidad de tiempo invertido en redes sociales tiene un efecto mínimo o inexistente en indicadores de salud mental como la depresión, la ansiedad y el estrés. Además, en algunos casos, el uso de estas plataformas puede incluso estar asociado con una mejora en la atención.
Resultados inesperados y matizados
El estudio, liderado por Chloe Jones, candidata a doctorado en la Escuela de Salud Poblacional de Curtin, ha encontrado que la relación entre el tiempo dedicado a redes sociales y el bienestar mental es débil. Jones subrayó que los hallazgos no sugieren que las redes sociales sean inofensivas, sino que los efectos sobre la salud mental probablemente sean mucho más complejos de lo que se suele asumir.
«Por ejemplo, una conexión a una comunidad en línea de apoyo puede ser un salvavidas para personas en situación de aislamiento, mientras que pasar horas viendo influencers en Instagram podría resultar perjudicial para aquellos con problemas de autoestima corporal», indicó Jones.
Metodología y enfoque objetivo
A diferencia de investigaciones anteriores, que se basan en estimaciones auto-reportadas, este estudio utilizó datos objetivos de más de 400 personas de entre 17 y 53 años. Se recopiló información sobre el tiempo real que pasaron en redes sociales mediante registros en sus dispositivos móviles, evitando así los sesgos típicos de los cuestionarios y obteniendo una medición precisa y detalladaompararon estos datos con los niveles de depresión, ansiedad y estrés de los participantes, así como con su capacidad de control de la atención. El análisis reveló que el uso de redes sociales se relaciona solo débilmente con la ansiedad y no guarda relación con la depresión o el estrés. Curiosamente, el estudio también halló una leve asociación positiva entre el uso de redes sociales y el control de la atención, lo cual sugiere que una mayor exposición a estas plataformas podría ayudar, en cierto grado, a mejorar la capacidad de mantener la concentración en algunos usuarios .
Diferencias ents: TikTok y Facebook
Una conclusión destacada del estudio es que el efecto del uso de redes sociales puede variar según la plataforma. TikTok, por ejemplo, mostró una pequeña asociación positiva con el control de la atención, lo que podría estar relacionado con la naturaleza interactiva y dinámica de su contenido en video corto. En cambio, el uso de Facebook se asoció ligeramente con niveles más altos de malestar psicológico, posiblemente debido a la estructura de sus interacciones y a la naturaleza del contenido que los usuarios encuentran en esta red.
«Consideramos la edad de los usuarios y otros factores, pero incluso así, la asociación entre TikTok y un mejor control de la atención se mantuvo», señaló el coautor del estudio, el profesor Patrick Clarke. Este hallazgo pone de relieve que no solo el tiempo en redes sociales influye en la salud mental, sino cómo y en qué contexto los usuarios interactúan con ellas .
Hacia un enfoque más matizental
Este estudio cuestiona los enfoques simplistas que relacionan el tiempo en redes sociales con efectos negativos en la salud mental y sugiere la necesidad de profundizar en cómo las personas interactúan con estas plataformas y cómo sus características individuales pueden influir en el impacto de estas interacciones. Clarke subrayó la importancia de basarse en datos de calidad para tomar decisiones informadas sobre el uso de redes sociales en entornos educativos.
Este enfoque matizado ofrece una perspectiva diferente para educadores, padres y psicólogos, que podrían reconsiderar la manera en que abordan el uso de redes sociales en contextos académicos y de salud mental.
Fuente: Curtin University y Estudio completo.