La resolución de problemas es considerada en la actualidad la parte más esencial de la Educación Matemática. Mediantes la resolución de problemas, los estudiantes experimentan la potencia y la utilidad de las Matemáticas en el mundo que les rodea.
Para que los niños y niñas aprendan a resolver problemas es necesario que les ayudemos y que les enseñemos ciertas estrategias que les faciliten su resolución.
En primer lugar, debemos recordar que para la solución de problemas se distinguen cuatro fases que son esenciales:
- Comprender el problema
En esta fase, intentaremos que conozcan las incógnitas, los datos y las condiciones que relacionan los datos y que comprendan todo el mensaje contenido en el enunciado. Lo haremos sugiriéndoles responder las siguientes preguntas:
- ¿Qué es está pidiendo el problema?
- ¿Cuál es la pregunta del problema?
- ¿Podrías contarle a un compañero de qué se trata el problema?
- ¿Tienes herramientas matemáticas para resolverlo?
Si se puede, se debe hacer un esquema o dibujo de la situación.
- Idear un plan
Una vez comprendido el problema, hay que buscar un conjunto de procedimientos que permitan resolverlo, a partir de problemas parecidos.
- Ejecutar el plan
En esta fase es necesario un análisis de cada paso a seguir para evitar errores.
- Verificar los resultados
No quedarnos satisfechos con el resultado y comprobar que sea correcto. El desarrollo del pensamiento a través de la resolución de problemas comienza con la creativdad del maestro o de la maestra y la propuesta de distintas situaciones que hagan que los estudiantes piensen.
Vía: «Revista de Primaria nº73»