La educación de los niños de Malí vive situación de crisis según ha trascendido por informaciones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF. Medio millón de niños malienses, ven alejarse de sus vidas las posibilidades de retomar sus estudios escolares porque toda su vida se ha visto alterada por el conflicto interno, las inundaciones y la crisis alimentaria que afecta a todos.
Actualmente, hay unas 200 escuelas, que permanecen cerradas, han quedado destruidas o han sufrido saqueos. O en el peor de los casos, son un riesgo para la integridad de los escolares por haber en las mismas artefactos explosivos. Aunque en el norte, algunas escuelas se han mantenido contra viento y marea, impartiendo clases a los escolares. La situación es crítica en algunos lugares como Gao y Timbuktú, regiones en donde están abarrotadas de estudiantes, que por falta de mobiliario deben sentarse en el suelo porque carecen de mesas y sillas, y en la región de Kidal, las escuelas no han abierto.
UNICEF y sus donantes, han proporcionado material escolar a más de 90,000 estudiantes. Pero la situación política impide hacer grandes avances en la educación de los niños de Malí, por ello es importante la atención a la situación de Malí por parte del mundo entero. Falta mucho por involucrarse para lograr que termine el conflicto armado que causa gran daño a la infancia de Malí, donde niños y niñas en lugar de ir a la escuela, son destinados al ejército y muchas niñas han sufrido violaciones o abusos sexuales.
Malí o República de Malí, es un estado sin litoral de África Occidental, aunque es el séptimo más grande del Continente, limitando con Argelia, Níger, Mauritania, Senegal y Costa de Marfil, Guinea y Burkina Faso. Su tamaño es de 1 240 000 km² con una población de alrededor de 14,5 millones de habitantes. La capital del país es Bamako. Su mayor población se concentra a orillas de los ríos Níger y Senegal, una población dedicada a la pesca y la agricultura. Un país de yacimientos de oro, sal y uranio que además se considera uno de los países más pobres del mundo.
En el siglo XIX, el país fue convertido en una colonia de Francia, como parte del llamado Sudán francés. Y no fue hasta 1959, cuando se independizó junto con Senegal. Aún así la democracia no llegaría hasta 1991 y desde el 2012 vive un conflicto interno que ha costado ya muchas vidas, y el retroceso de la educación que es imposible llevar a los niños y jóvenes de Malí, debido a la violencia existente en el país y lo que sin duda impide pensar en el progreso de un país en el que la mitad de la población vive debajo del umbral de la pobreza internacional.
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