Te presentamos otro cuento infantil que puedes compartir con los pequeños de casa o incluso contar en el colegio.
El león valiente y la cebra audaz
Había una vez en la selva africana un león llamado Simba. Era el rey de la selva y todos los animales lo respetaban y temían. Sin embargo, a pesar de ser el más poderoso, tenía un gran problema: tenía miedo de las cebras. No importaba cuántas veces intentara acercarse a ellas, siempre terminaba huyendo aterrorizado.
Un día, mientras Simba caminaba por la selva, vio a una pequeña cebra llamada Celeste. A diferencia de las otras cebras, ella no tenía miedo de él. Simba se quedó sorprendido y decidió hablar con ella.
«¿Por qué no tienes miedo de mí como los demás?», preguntó Simba.
Celeste sonrió y respondió: «Porque no creo en los estereotipos. Cada uno debe ser valorado por su propio valor y no por su apariencia».
Simba se sintió avergonzado por su miedo injustificado y decidió hacer algo al respecto. Le pidió ayuda a Celeste para superar su miedo a las cebras. Ella aceptó y comenzó a enseñarle a Simba sobre las cebras. Le mostró su velocidad y su agilidad, y le enseñó que no todos eran iguales.
Juntos, Simba y Celeste se aventuraron por la selva y se encontraron con muchos desafíos. Desde esquivar peligrosos obstáculos hasta luchar contra un feroz tigre, Celeste demostró ser una cebra valiente y audaz.
Después de todas estas aventuras, Simba se dio cuenta de que las cebras eran animales increíbles, y que su miedo había sido una tontería. Él y Celeste se convirtieron en buenos amigos, y juntos, comenzaron a liderar la selva con coraje y sabiduría.
Moraleja: No juzgues a un libro por su portada. Cada uno tiene su propio valor y habilidades, y es importante valorar a los demás por lo que son, no por su apariencia.