Parece que estamos todavía en junio, celebrando la finalización del curso escolar, y ya hemos llegado a septiembre, tres meses después y con las mochilas preparadas para volver a las aulas. Las piscinas, los juego de verano y las mañanas en la cama se han acabado para miles de niños que empezarán el colegio dentro de unos días.
A menudo la vuelta suele ser traumática, con miedo, nervios y algún que otro berrinche, pero hay muchas formas de evitar que esto suceda. La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pedriatrics) ha creado una serie de recomendaciones para hacer más «pacífica» la temida vuelta al colegio, ayudando a los niños a controlar la ansiedad.
– Ser positivo y transmitir tranquilidad a los niños: mantener la calma y la paciencia. Animar y recordar a los niños que van a volver a ver a sus amigos y a conocer nuevos compañeros.
– Chequeo médico: asegurarnos de un perfecto estado de salud del niño para que se encuentre en plenas condiciones para empezar el curso, ya que problemas de audición, visión o niveles bajos de alguna vitamina pueden dificultar la adaptación y aprendizaje del niño.
– Elegir una mochila adecuada para el niño, teniendo el cuenta su peso y tamaño. El peso de la mochila no debe soprepasar en más de 10 o 20 % del peso del niño, para evitar lesiones y problemas de espalda. Los pequeños deben utilizar siempre las dos correas y los mayores, las mochilas con ruedas.
– De camino al colegio: por la mañana es muy importante calcular los tiempos. Levantar al niño con suficiente antelación para que se vista y desayune tranquilamente para que el inicio del día no sea estresante. La seguridad a la hora de tomar rumbo al centro escolar es muy importante, tanto si vamos en coche, autobús o a pie. Si el trayecto es a pie, hay que asegurarse de que sea seguro y si el niño es pequeño debe ir acompañado de un adulto.
– Respetar las horas de sueño: los niños que duermen bien aprenden mejor. Después del verano es muy difícil volver a una rutina y a unos horarios definidos, por eso hay que ayudarle a hacerlo.
– Desayunar correctamente: el la principal comida del día y ayuda a despertar el cuerpo. Ayudará a comenzar con más ánimo estos días de adaptación al curso. Del mismo modo hay que cuidar lo que comen a la hora del almuerzo, conocer el menú escolar (en caso de que coman en el centro) y complementarlo en casa.
– Enseñar a defenderse en la escuela: conocer a sus amigos, poner especial atención a cualquier cambio en el comportamiento y en la conducta del niño; es importante que cuente en casa todo lo que hace en el colegio, con quién juega en el patio, cómo ha sido la comida, etc… para fomentar la confianza y evitar posibles problemas como el acoso escolar.
– Rutina de estudio: es importante hacer un horario, establecer reglas con respecto al reparto del tiempo que se hace para las tareas y el tiempo de juego.
Muchas de estas pautas podemos encontrarlas en las recomendaciones de otros colectivos, más o menos iguales, pero con la misma finalidad: la adaptación de niño a la rutina escolar con una total normalidad y evitando el trauma.
Vía: Guía infantil