La seguridad en uno mismo no es una cualidad innata que poseen algunas personas sino más bien una consecuencia del nivel de autoestima que han conseguido, de la educación que han recibido. El niño debe ir adquieriendo esa autoestima paulatinamente a través de una serie de pautas que los padres deben seguir.
– Escuchar con atención las cosas que el niño explica: hacerle preguntas para mostrar que le estamos escuchando y que nos interesa lo que dice.
– Hacerle ver que no nos gusta su conducta, pero sin embargo, expresar la esperanza que tienes en que cambiará.
– No reñirle ni ridiculizarle delante de otras personas o niños. Mejor hacerlo de forma discreta y reservada.
– Hacerle notar todo lo que haga bien, sus conductas y actuaciones positivas y señalarle lo que hace mas para que aprenda a mejorar.
– Expresar los sentimientos que nos producen sus buenas obras.
– En ocasiones vale la pena mostrar a los hijos como algunas cosas no salen del todo bien y que hay que esforzarse más para mejorar. Esto le ayudará a pensar que él también los puede superar y esforzarse para mejorar.
– Proponerle actividades para las que tiene especial habilidad y animarlo a que las mantenga. Valorar mucho esas habilidades.
– Disponer de tiempo para jugar con él, reir, ayudarle con los deberes, acompañarlo a hacer deporte, explicarle un cuento por la noche… en definitiva, pasar tiempo con él niño y que aprecie el cariño.
Muchos psicologos recomiendan seguir estas pautas, o similares, para ir incrementando progresivamente la confianza del niño en si mismo e ir forjando su personalidad.