La actividad educativa está a punto de retomarse en colegios, institutos, universidades y otros centros de formación, que recibirán a sus estudiantes con el objetivo de ayudarles a afrontar las asignaturas y materias del nuevo curso. En este contexto, Julio García Gómez, experto en talento y técnicas de estudio de la Fundación Casaverde, propone una serie de pautas en forma de decálogo para mejorar las habilidades y competencias en comunicación, dirigidas a padres, docentes y alumnos que afrontan las incertidumbres propias del inicio escolar.
Este conjunto de recomendaciones se centra en estrategias de comunicación que buscan impulsar el aprendizaje a través de las relaciones interpersonales, primero en el entorno familiar y, posteriormente, en el ámbito académico. La idea es que padres, profesores y estudiantes trabajen de manera conjunta, situando al alumno en el centro del proceso. Uno de los aspectos clave de este enfoque es promover un uso responsable de pantallas y dispositivos móviles, fomentando en su lugar la expresión verbal y gestual como herramienta fundamental para mejorar la comunicación y el desarrollo personal.
10 Claves de Comunicación para un curso mejor. Del “pacto de pantallas” a las “zonas libres de móviles”
1.- Padres. Se debe potenciar desde el primer día la relación con los hijos dando enfoque al nuevo curso sobre qué materias van a estudiar este año, qué profesores las van a impartir, qué compañeros van a tener. Hay que hablar todo lo posible con los hijos estos días previos a la incorporación y establecer el diálogo familiar en profundidad. Es necesario marcar de entrada un “pacto de pantallas” para limitar desde el principio su uso y potenciar sus fines educativos y formativos.
2.- Alumnos de primeras etapas. Es necesario poner en marcha con los más pequeños un inicio lo más lúdico y entretenido posible, que no dé lugar a la rutina. Para ello incentivaremos la vuelta con juegos de familia en los que se intercambien los papeles de los miembros a modo de pequeña obra de teatro, cambios de papeles con los hijos como profesores y los padres como alumnos, por ejemplo. Se deberán activar “zonas libres de móviles” en los lugares donde convivamos con los hijos para potenciar la expresión verbal como elemento de relación familiar y social.
3.- Debates y coloquios en familia al final del día. En los primeros días de la vuelta al cole, resultará eficaz una comunicación fluida abriendo al final de la jornada, de manera distendida, diez minutos de coloquio familiar: qué has hecho, qué es lo mejor y peor de la jornada, qué te gustaría hacer en el curso, con quién has establecido relación de compañera o compañero.
4.- Desde la familia se debe incentivar la comunicación y el diálogo entre alumnos y profesores, que manejen adecuadamente el lenguaje verbal y el no verbal participando en clase, preguntando y exponiendo temas de las asignaturas. Y ese mismo diálogo debe fomentarse en la relación de padres y profesores para juntos propiciar el progreso educativo de los hijos.
5.- Entre compañeros hay que establecer unas reglas de comunicación en que no haya uso de teléfonos móviles para intercambiar opiniones y haya relación interpersonal. Resultará positivo crear vínculos de amistad entre las chicas y chicos de clase que reviertan en una transmisión de conocimiento más permeable.
6.- No al uso de pantallas y móviles en el ámbito escolar. Crear zonas para el disfrute de la conversación oral, para saber expresar con el cuerpo y las manos, sensaciones, emociones e ideas, aprender a mirar a los ojos para saber qué comunican, y cómo el rostro puede apoyar y potenciar una frase o la contestación a una pregunta.
7.- En las etapas escolares de cursos más avanzados, ESO, Bachillerato y Formación Profesional, se deben propiciar actividades de desarrollo de destrezas de comunicación para exponer trabajos en clase con el desarrollo transversal del uso de la voz, la oratoria, los mensajes, el lenguaje gestual y la capacidad de persuadir con la expresión y saber condensar y dar los mejores titulares de una materia o de un trabajo de clase.
8.- En la universidad, fomentar el diálogo profesor-alumno más allá del escenario del aula, con relación dentro y fuera del marco docente para que el profesor conozca más al alumno y viceversa, creándose unos vínculos académicos fuertes que van más allá de la materia y el conocimiento que está en los libros de texto.
9.- Que las tecnologías no mermen sino sumen a la comunicación. Las pantallas pueden apoyar la comunicación que se establece en el ámbito educativo con un uso estratégico de su capacidad de elemento de apoyo a la búsqueda de conocimiento en las fuentes más universales. Es imprescindible saber encontrar la información para fomentar el saber.
10.- La buena comunicación es la que implica a todos los sujetos de la educación y obtiene los mejores resultados en la formación de la persona. La palabra, el mensaje, lo que se expresa y lo que se transmite de forma oral, son elementos fundamentales en el crecimiento personal y en el fomento de sus competencias de comunicación.
Julio García Gómez es experto en comunicación. Docente de habilidades de expresión y gestión de talento. Autor del libro “Técnicas de Comunicación Eficaz”. Director del Diploma de Comunicación en Salud de la Fundación Economía y Salud.