La popularidad de las herramientas de inteligencia artificial que transforman fotografías personales ha crecido exponencialmente en los últimos meses. Desde convertir rostros al estilo Studio Ghibli hasta crear avatares personalizados, millones de usuarios suben sus imágenes a plataformas de IA sin ser conscientes de los riesgos que esto conlleva para su privacidad y seguridad.
El boom de las fotos con IA: diversión con consecuencias
Durante la semana, muchas personas participaron del boom del estilo Studio Ghibli, tal como ocurrió con otros formatos de Pixar o Los Simpson. Sin embargo, lo que parece una herramienta de entretenimiento inocua esconde peligros que la mayoría de usuarios desconoce.
Cuando se usa un chatbot de IA, se solicita información necesaria para editar o producir algún contenido específico con ChatGPT. En el caso de subir una foto, esta se utilizará para recopilar información y quedará en el sistema.
Los datos que cedes sin saberlo
Al subir una fotografía a una plataforma de inteligencia artificial, el usuario no solo comparte la imagen visible, sino también una gran cantidad de metadatos ocultos que pueden comprometer gravemente su privacidad.
Los datos exif contienen metadatos sobre el archivo de imagen, archivos de audio o vídeo. Almacena los datos de fecha, hora, propiedades de la cámara, etc. La cámara habilitada para GSP puede revelar la ubicación exacta de captura, la hora y el número de identificación único del dispositivo.
De acuerdo a OpenAI, entre los datos que obtiene la inteligencia artificial puede estar tu información personal, tal como tu nombre, datos de contacto e historial. Estos datos incluyen:
- Geolocalización precisa: Coordenadas GPS exactas donde se tomó la fotografía
- Información temporal: Fecha y hora exacta de captura
- Datos del dispositivo: Modelo y marca de la cámara o teléfono
- Configuración técnica: Parámetros de exposición, ISO, apertura
- Datos biométricos: Información facial que puede ser analizada para reconocimiento
El peligro de los metadatos EXIF
EXIF, acrónimo de Exchangeable Image File Format, es una manera consensuada de poder obtener información de una fotografía. Es ahí donde se almacenan datos como la cámara que hizo la fotografía, la hora a la que se tomó y parámetros como la apertura o el ISO. Pero también es posible almacenar las coordenadas GPS, por lo que es literalmente posible saber en qué punto exacto se hizo la imagen.
Las fotos subidas pueden ser manipuladas para fines no autorizados, como publicidad, generación de perfiles o incluso deepfakes. Además, imágenes con datos geográficos específicos pueden ser reutilizadas fuera de contexto.
Uso comercial sin consentimiento claro
Uno de los aspectos más preocupantes es el destino comercial que pueden tener las imágenes cedidas. Muchas plataformas podrían estar utilizando estas fotos para entrenar sus modelos de inteligencia artificial sin informar adecuadamente a los usuarios, lo que podría incluir la venta de estas imágenes a terceros o su incorporación a bases de datos con fines comerciales.
La empresa afirma que los datos no se almacenan de forma permanente y que sirven para mejorar sus servicios, pero las políticas de privacidad suelen ser ambiguas respecto al uso futuro de esta información.
Riesgos de seguridad y filtración de datos
A todo esto, OpenAI advierte sobre el riesgo de dar información privada en su plataforma. Y es que no sería descabellado pensar en que podrían sufrir un hackeo y esto desencadenaría una filtración masiva de datos.
Las brechas de seguridad que han afectado a grandes empresas en los últimos años han puesto de manifiesto lo vulnerable que es la información personal almacenada en servidores de terceros. Las imágenes que subimos, junto con los datos asociados, pueden ser objeto de ataques informáticos, exponiendo nuestra privacidad.
Implicaciones legales y derechos de imagen
El marco legal actual ofrece cierta protección ante el uso indebido de imágenes. En caso de que realicen un vídeo o una foto con nuestra imagen, se podrá denunciar y pedir su retirada, ya que no solo se considera una intromisión ilegítima al honor en base al artículo 7.7 de la LOHI, sino que además «se considera una clara vulneración a la privacidad de la persona».
Sin embargo, probar el origen de una imagen manipulada con IA y establecer responsabilidades puede resultar complejo en el entorno digital actual.
Recomendaciones para proteger tu privacidad
Los expertos en ciberseguridad recomiendan varias medidas preventivas:
Evitar subir fotos con información sensible: incluye caras de menores de edad, ubicación, documentos importantes, imágenes íntimas, etc.
Antes de subir cualquier imagen:
- Eliminar los metadatos EXIF utilizando herramientas especializadas
- Leer detenidamente las políticas de privacidad de la plataforma
- Evitar usar fotografías que contengan información personal identificable
- Preferir servicios que ofrezcan cifrado y políticas de privacidad transparentes
Desactiva los metadatos: Antes de subir una foto, puedes eliminar los metadatos de la imagen utilizando diversas herramientas en línea. Esto evitará que se compartan datos como la ubicación o la hora exacta.
La importancia de la concienciación
Mientras mayor sea el riesgo para los derechos humanos, más estrictos deben ser los requisitos legales para el uso de la tecnología de IA, según advierte la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
La transformación digital de nuestras fotografías mediante inteligencia artificial representa una nueva frontera en la que la diversión y la innovación deben equilibrarse con la protección de la privacidad personal. La clave está en tomar decisiones informadas sobre qué datos compartimos y con quién.
Preguntas frecuentes
¿Puedo recuperar mis fotos una vez subidas a una plataforma de IA? En la mayoría de casos, no. Las plataformas como ChatGPT no permiten eliminar manualmente los datos aportados, y aunque afirman no almacenar permanentemente las imágenes, la información puede haber sido procesada e integrada en sus sistemas de entrenamiento.
¿Qué datos EXIF pueden revelar mi ubicación exacta? Los datos EXIF pueden incluir coordenadas GPS precisas que revelan la ubicación exacta donde se tomó la fotografía, incluyendo latitud, longitud y, en algunos casos, la altitud. Esta información permite localizar con precisión metros el lugar de captura de la imagen.
¿Las redes sociales eliminan automáticamente los metadatos de las fotos? Algunas redes sociales como Facebook, Instagram y Twitter eliminan automáticamente los datos EXIF al subir imágenes, pero esto no ocurre en todos los servicios. Los servicios de almacenamiento en la nube como Google Drive o Dropbox suelen conservar estos metadatos intactos.
¿Es legal que las empresas de IA usen mis fotos para entrenar sus modelos? Depende de los términos de servicio que hayas aceptado y la legislación local. En Europa, el RGPD exige consentimiento explícito para el procesamiento de datos personales, incluyendo imágenes. Muchas plataformas incluyen en sus términos el derecho a usar el contenido subido para mejorar sus servicios, aunque los usuarios pueden tener derecho a oponerse a este uso.