Los que tenemos pasión por la lectura sabemos que disfrutar de ella es un gran placer y un beneficio para muchos aspectos, no sólo en el lingüistico, pero sucede que a veces, en nuestro afán de hacer que los demás puedan disfrutar al igual que nosotros podemos conseguir el efecto contrario, el efecto rebote, sobre todo cuando se trata de niños. En Bebés y más hemos encontrado un decálogo de lo que debemos hacer para que los niños odien la lectura. Es decir, lo que NO debemos hacer.
1. Cuando empiecen a leer en voz alta, interrúmpelos constante para marcarles sus errores. A nadie le gusta que le corrigan constantemente.
2. Oblígales a leer: No hay nada más eficiente que obligar a hacer alto para conseguir el efecto contario.
3. Menosprecia sus gustos y no respetes su criterio. La típica frase: ¿esto vas a leer?, no mejor lee este. Es mejor que lean lo que les gusta y así se sientan atraídos.
4. Imponles lecturas, en la línea del anterior.
5. Pídeles que te hagan un resumen. No se debe transforma el placer de leer en un trabajo, será como estar sometiéndoles a un examen continuo que les disgutará.
6. Controla lo que leen. Igual que el anterior, hay dejar que lean lo que quieran y que sigan su rítmo.
7. Recuerdales los beneficios de leer.
8. Relaciona los libros sólo con los deberes: no hay nada que oiden más ( o está entre las cosas que más odian).
9. Castígalos sin tele por no leer: asociarán la obligación de leer a la falta de televisión, y se conseguirá el efecto contrario, que detesten leer.
10. Exígeles lecturas inadecuadas: por ejemplo, demasiado complicadas para su edad.
Son una recomendaciones sencillas en las que seguro nos vemos reflejados, quizá no en todas, pero sí en algunas. Ahora que sabemos lo que no debemos hacer es cuestión de ponerlo en práctica y dejar que los peques puedan leer libremente lo que a ellos les gusta, lejos de normas e impisiciones que puedan venir de los demás.
El decálogo está extraído de la Guía pràctica per a fer fills lectors (Guía práctica para hacer a los hijos lectores), dentro de una campaña de la Generalitat de Catalunya.
Vía: Bebés y más