Continuando con los métodos de estudio que iniciamos en el post anterior en el que dábamos consejos sobre saber leer, pilar básico para un buen estudio, hoy procedemos a dar pautas de redacción.
En ocasiones, saber redactar un informe, un blog o un simple correo electrónico, es algo imprescindible para todo alumno, y no vale solo con escribir sin faltas de ortografía. Por ello, os aconsejamos una serie de pasos:
- De manera previa a la redacción del texto, el hecho de leer libros, periódicos o cualquier artículo de forma asidua, nos proporciona indirectamente vocabulario y nos abre la mente. De hecho, no necesariamente un buen redactor afronta bien todo tipo de textos, por ello es recomendable nutrirte de conocimientos previos del tema a tratar o incluso si es un tipo de texto en especial, conocer cual suele ser su estructura.
- Organizar las ideas. Antes de iniciar el escrito, reflexiona sobre las “6 W” (qué, a quién, cómo, cuándo, dónde y por qué), y una vez que las tengas resultas, comienza la redacción por el contenido esencial que quieras transmitir, para luego ir incluyendo detalles.
- “Escribe claro para que te entiendan, y corto para que te lean”. Una buena redacción no implica un exceso de palabras redundantes. Evita los adornos innecesarios e intenta sintetizar la idea principal. Además, no se recomienda que los párrafos sean demasiado largos y las frases muy densas, para ello, usa los signos de puntuación en el lugar correcto.
- Evitar palabras complejas, porque pueden llegar a ser contraproducente si se aplican en lugar erróneo y hacen que pierda sentido la redacción.
- Usa sinónimos. La repetición excesiva de palabras o conectores hay que evitarla. Para ello es recomendable tener siempre a mano un diccionario antes de ponerte a escribir.
- Revisa, modifica y vuelve a revisar. Una vez terminado el texto léelo con detenimiento, y si algo suena extraño, modifícalo. Esto puede repetirse varias veces hasta quedar satisfecho con la redacción.
Continuaremos en próximos días con más técnicas de estudio.