Miro hacia arriba y veo
el cielo de mil colores,
salgo a la calle y huelo
la fragancia de las flores.
Mis orejitas me sirven
para oír los pájaros cantar
y con las manos yo puedo
a mí mamá abrazar.
Además tengo la boca
con la que voy a saborear
la fruta que mi abuelita
me dará para merendar.