Los valores educativos de los cuentos

El cuento es y será siempre por excelencia una herramienta estupenda de aprendizaje y de transmisión de valores para los niños. Con los cuentos escritos se aprende a leer, a escribir y se amplía el vocabulario además de disfrutar de divertidas historias donde los niños aprender a valorar aspectos de la vida que quizá sin esos cuentos les cotaría empatizar a esas edades tan tempranas.

Los cuentos son magia plasmado en papel y en letras aunque también se pueden encontrar cuentos en audio e incluso en vídeos algo que a los niños les encanta. Tanto padres como maestros y profesores debemos potenciar ese acercamiento de los niños a los cuentos, activar su imaginación y potenciar su interés por este mundo tan mágico. Los cuentos tienen un papel primordial en el desarrollo emotivo – afectivo de los pequeños.

Existen cuentos que nunca pasan de moda y que siempre estarán a nuestra disposición (sobre todo ahora con la facilidad que nos brinda Internet) para poder compartirlo con nuestros hijos y alumnos. Con los cuentos se puede recorrer el mundo interior de los niños, llegar a sus miedos, a sus emociones, a sus preocupaciones y en definitiva, a conocerles mejor. Sólo por esto ya es un instrumento que debe explotarse al máximo por sus beneficios didácticos, pedagógicos, emocionales y así acercarle al mundo de las historias.

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Existen multitud de valores que se trabajan con los cuentos de forma implícita pero los más comunes son: el afecto, acercarse a la realidad, el deseo de aprender y explorar, la empatía, permite soñar y dejar volar la imaginación, la identificación de uno mismo, les acerca a la lectura, aprenden cosas nuevas, mejora la capacidad de atención y concentración, potencia la imaginación, la fantasía y la creatividad, aprenden valores morales importantes para desarrollarse adecuadamente en nuestra sociedad, son capaces de imaginar situaciones conflictivas y encontrarles solución gracias a las moralejas.

Casi nada, ¿verdad? No dudes en leer cuentos a tus hijos y alumnos siempre que tengas la oportunidad de hacerlo.

Fotografía: ubiqua.net