LA LAGARTIJA
Cuando alguien se mueve
y en nada se fija,
dicen que es un rabo
de lagartija.
Y es que tiene en la cola
tanta vida
que se sigue moviendo
aunque esté herida.
Si se ve amenazada
o el frío adivina,
busca refugio en las piedras
que la cobijan.
Al sentir el calor del sol
de pronto se anima
y asoma la cabeza
por cualquier rendija.
Si me pides
que entre los animales elija,
prefiero entre todos
la lagartija.
José García Velázquez